Luca de Meo ha sido elegido como nuevo presidente de la ACEA
El consejero delegado del grupo Renault ha sido elegido como nuevo presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, que asumirá a partir del 1 de enero de 2023.
Luca de Meo ha sido elegido como nuevo presidente de la ACEA
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) da un giro en su organización de la directiva y decide apostar por el consejero delegado del Grupo Renault, Luca de Meo, para que tome las riendas como director de la asociación.
De Meo sustituirá en la presidencia de ACEA al consejero delegado de BMW, Oliver Zipse, que ha ocupado el cargo durante los últimos dos años, y asumirá a partir del 1 de enero de 2023 y por un plazo de un año (con posibilidad de ser renovado).
"Estos últimos años han estado marcados por la pandemia de Covid, las interrupciones en la cadena de suministro, la guerra en Ucrania y la crisis energética, todo lo cual ha tenido un profundo impacto en nuestro sector", ha resaltado Zipse.
A pesar de ello, el consejero delegado de BMW ha señalado que la industria del automóvil europea ha sido la "columna vertebral" industrial de la Unión Europea (UE) en "tiempos altamente volátiles". Además, ha incidido en que la organización ha advertido en varias ocasiones del "exceso de regulación" en la UE.
Por su parte, De Meo ha opinado que Europa necesita implementar con urgencia políticas que respalden plenamente los objetivos de descarbonización fijados en la UE y que permitan a la industria automovilística del Viejo Continente "hacer frente a la creciente competencia global".
"Damos el beneplácito al trabajo sobre una Ley Europea de Materias Primas, que debería respaldar la resiliencia económica del continente y el cambio a las cero emisiones. Nuestra industria está comprometida a invertir fuertemente en movilidad eléctrica y a asegurar la creación de valor y empleos en Europa", ha añadido.
En ese contexto, el directivo italiano también ha valorado que la propuesta actual de Euro 7 (que restringe las emisiones de los vehículos) "quitaría enormes recursos humanos y financieros de la electrificación, en el mismo momento en que otras regiones del mundo están creando un entorno de inversión atractivo para la movilidad de cero emisiones".