Renault Scenic E-Tech, el eléctrico para la familia de hoy

Scenic, el modelo de la marca francesa que en 1996 creó el segmento de los monovolúmenes compactos, vuelve ahora sólo con versiones eléctricas. Presume de innovaciones tecnológicas, un estilo más moderno y familiar.

Este nuevo Scenic está equipado con un único motor eléctrico y dos niveles de potencia, 125 kWh (170 CV) y un par máximo de 280 Nm o 160 kWh (220 CV) y 300 Nm. El primero incorpora la batería más pequeña (60 kWh) con una autonomía de 430 km y el segundo la de 87 kWh y hasta 625 km, casi como un Tesla Model 3 (629 km).

Cuenta con cuatro terminaciones (evolution, techno, esprit Alpine e iconic). Los precios, que incluyen un descuento de lanzamiento, van desde los 38.703 euros de la versión evolution 170 CV hasta los 49.373 del Scenic iconic de 220 CV. Además, se puede acoger al programa MOVES III y conseguir una ayuda a la compra de hasta 7.000 euros.

En este coche las levas tras el volante sirven para establecer el nivel de la frenada regenerativa. Dispone de cuatro niveles, hasta una retención máxima que evita incluso pisar el freno, adecuado para la ciudad o vías con mucha pendiente. Una pequeña palanca situada tras el volante activa el cambio automático.

La plataforma del Scenic integra las baterías, ofrece un piso plano, y permite la ubicación de las ruedas en los extremos de la carrocería para conseguir así un amplio y confortable habitáculo.

Mide 4,47 metros de longitud, tiene una distancia entre ejes de 2,78, con una anchura de 2,08 con retrovisores desplegados y 1,57 de altura.

El maletero puede ser suficiente para las necesidades de una familia, desde 545 litros (440 la versión de 87 kWh) que se puede ampliar hasta 1.670 o 1.449 con las plazas traseras abatidas. Además, cuenta con huecos bajo el piso para guardar el cable de carga u objetos pequeños.

Conducción tranquila

Probamos el Renault Scénic de 220 CV por las carreteras de la Costa de Sol, con tramos virados y zonas de autopistas y nos regaló una conducción tranquila, familiar. No es un vehículo particularmente rápido, pero realmente no es un atributo necesario de un coche familiar. Y resulta más que suficiente para la conducción diaria.

En carreteras de montaña el incremento de consumo en las subidas se recuperó, en parte, en las bajadas, pero aun así el resultó algo más alto a la media prevista por el fabricante: 20 kWh, frente a los homologados 16,8 de la versión de 87 kWh.

Tiene fuerza para adelantar y alcanzar la velocidad de la autopista, y se agradece que el Scenic gane impulso de forma gradual.

La suspensión del Scenic ha sido ajustada para brindar comodidad más que agilidad, y hace un buen trabajo absorbiendo los baches.

No cuenta con suspensión adaptativa, por lo que los distintos modos de conducción se ocupan más de diferentes ajustes de ambiente a bordo (iluminación, confort del asiento del conductor, confort térmico, elección del color de la pantalla) y elementos relacionados con la conducción, como la dureza de la dirección, la calibración del motor y la respuesta del pedal. Aun así, independientemente del modo de conducción Eco, Comfort o Sport, la dirección siempre es relativamente ligera.

Es justo decir que el Scenic no destaca por su dinámica, pero lo importante para la mayoría de los compradores es la autonomía de la batería, y aquí el Scenic impresiona si obtiene ese alcance en la conducción real.

Techo acristalado con activación por voz

En su interior destaca el llamativo techo totalmente acristalado y sin cortinilla. Es un desarrollo realizado por la marca del rombo en colaboración con el fabricante francés de vidrios Saint-Gobain y que permite la opacidad por zonas. Se denomina Solarbay (1.500 euros) y está basado en el desplazamiento de moléculas provocado por un campo eléctrico.

Se puede accionar desplazando un botón en el techo sobre el parabrisas, entre el conductor y pasajero o con un comando de voz. Tiene cuatro posiciones, permite a los pasajeros traseros, por ejemplo, elegir si la zona situada sobre ellos es opaca o transparente, con total independencia de los pasajeros delanteros.

La pantalla de instrumentos se configura con facilidad con los mandos del volante y en la pantalla central, vertical, desde la que se pueden controlar los diferentes parámetros del vehículo. A destacar el que permite silenciar las diferentes alertas sonoras de las ayudas de la conducción, como las de desvío del carril o superar ligeramente el límite de velocidad.

De esta forma, cada vez que se reinicie el vehículo el conductor podrá optar por seleccionar la personalización preconfigurada a través de la pantalla central o simplemente haciendo doble clic en el botón situado en la parte inferior izquierda detrás del volante.

El Scenic lleva hasta 30 sistemas de ayuda a la conducción, desde la cámara 360 grados a un freno automático de emergencia o un regulador de velocidad adaptativo sensible al contexto de la circulación (utiliza datos de geolocalización combinados con cartografía específica, lo que permite al vehículo adaptarse de forma predictiva a la carretera, anticipándose a rotondas, curvas y cambios en el límite de velocidad).

A destacar que los ocupantes traseros cuentan con un ingenioso reposabrazos con dos brazos desmontables orientados hacia cada pasajero; dispone de espacio para guardar dispositivos móviles y soportes desplegables para ver el móvil con comodidad. Además, dispone de dos espacios para guardar bebidas y dos tomas USB de tipo C.

Una trampilla de acceso al maletero permite colocar objetos largos en el habitáculo sin tener que abatir los asientos traseros ni quitar la cubierta del maletero.