Cerrar

Evitemos tener sobresaltos 

Cómo preparar nuestro coche para los viajes de verano

Muchos de los problemas que el calor causa en nuestro coche pueden evitarse con medidas sencillas como revisar sus elementos más importantes antes de ponernos en carretera. La prevención será el mejor aliado para viajar este verano.

Un coche repostando en una gasolinera, a 1 de agosto de 2024, en Madrid (España). El precio de los carburantes en España ha proseguido esta semana su tendencia bajista y ha encadenado su tercera caída, abaratándose hasta un 0,6% en plena operación salida de agosto. En concreto, el precio medio del litro de gasoil se ha situado en los 1,483 euros, cayendo un 0,6% con respecto a los 1,492 euros de hace una semana, para retroceder a niveles de la última semana de junio después de tres semanas de bajadas, según los datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press. 01 AGOSTO 2024;CARBURANTE;GASOLINA;DIESEL;BAJADA;RECURSOS;GASOLINERA;PIXELADA Ricardo Rubio / Europa Press 01/8/2024Europa Press

Publicado por

Creado:

Actualizado:

Durante los meses de verano, nuestros coches se exponen de forma continuada a temperaturas extremas, tanto a la hora de viajar como si estos están estacionados en la calle.

Las altas temperaturas pueden afectar al rendimiento habitual de nuestro vehículo y a sus componentes. Por ello, a la hora de viajar, es fundamental hacer una revisión previa del vehículo. 

En este contexto, Clicars, compañía española pionera en venta de coches reacondicionados, ha recopilado a través de los expertos de su fábrica de reacondicionamiento, una serie de consejos, hasta 7, para evitar imprevistos y sorpresas con nuestro coche durante la operación salida.

Comprobar el estado de los neumáticos 

Los neumáticos son uno de los elementos de nuestro coche que más sufren las altas temperaturas. En verano, el caucho de los neumáticos se vuelve más frágil, especialmente la banda de rodadura que está en permanente fricción con el asfalto ardiente. Esto afecta a la eficacia de las gomas, que se vuelven más sensibles a los pinchazos, y al rendimiento general del vehículo, lo que gastará más combustible. Comprobar que están en buen estado, reemplazándolos en caso de que no sea así, y vigilar la presión antes de salir, nos permitirá disfrutar de un viaje más placentero y seguro.

Revisar el nivel de los líquidos 

Los líquidos refrigerantes con los que el coche evita que se congele el agua de sus sistemas cuando las temperaturas caen en invierno, también son los responsables de mantener el motor a la temperatura correcta durante el verano, cuando el calor (que disminuye el oxígeno del aire y empeora la combustión de los cilindros) amenaza con recalentarlo. Otros líquidos, como el aceite lubrica el motor generando menor fricción y menor calor interno y, en consecuencia, menos desgaste del motor. Echar un vistazo para comprobar que los niveles de los líquidos son correctos y que todo está en perfectas condiciones antes de emprender nuestro viaje puede evitarnos más de un disgusto.

Probar los frenos 

El rendimiento de las pastillas de freno también es sensible a las altas temperaturas, ya que su refrigeración se hace más difícil, poniendo en riesgo la capacidad de frenada habitual del coche. Además, una conducción agresiva puede agravar el problema y dar lugar a nuevas averías debido al aumento del calor generado por las pastillas. De nuevo, revisar el sistema, hacer varias pruebas antes de lanzarnos a la carretera y practicar una conducción sosegada, evitará que los frenos nos den un susto este verano.

Comprobar el estado de la batería 

Con una temperatura de más de 20ºC, la batería del coche ya no se encuentra del todo a gusto, por lo que son responsables de casi la mitad de las averías que surgen en los viajes por carretera. El calor hace que su ácido se seque con mayor facilidad, especialmente en las baterías con mucho uso, que pueden averiarse seriamente e, incluso, dejar de funcionar para siempre. Comprobar que todo está en orden y que el vehículo arranca con vigor y presteza antes de emprender el viaje hacia nuestro destino vacacional es una medida imprescindible para evitar imprevistos.

Limpiar la carrocería 

A pesar de que se trata de la barrera protectora de nuestro vehículo frente a las agresiones climatológicas, no solemos prestar atención a la carrocería con tanta frecuencia como sería recomendable. El calor seco de las zonas de interior o la humedad de las zonas de costas propicia que la pintura se oxide, se cuartee y se rompa, por lo que limpiar el polvo o el salitre antes de viajar puede evitarnos muchos disgustos posteriores (la corrosión, además, puede darnos problemas más tarde, a la hora de pasar la ITV).

No perder visibilidad 

Revisar el sistema de alumbrado de nuestro coche no solo es una recomendación para evitar averías, sino también si queremos evitar multas. Y es que la visibilidad general del vehículo también se puede ver afectada por las altas temperaturas, desde carcasas de plástico de los faros que pierden nitidez, hasta las gomas de las escobillas, que se cuartean, poniéndonos en riesgo en situaciones imprevistas como una tormenta de verano.

No olvidar nada 

Al igual que comprobamos que está el cepillo de dientes, las chanclas o el cargador del móvil antes de cerrar la maleta, hacer un repaso general a las condiciones del vehículo antes de emprender camino a las vacaciones es una forma de evitar sorpresas desagradables. En este último vistazo, debemos comprobar que llevamos todos los elementos de seguridad en orden, así como la documentación del coche, que puede ser requerida en cualquier momento. Además, medidas preventivas como llevar unas baterías externas, sistemas de visibilidad en caso de accidente o algo de comida y refresco puede salvarnos de situaciones desagradables si nos quedamos tirados en la carretera.

¿Y si viajamos con vehículos electrificados? 

Muchos conductores todavía sienten incertidumbre a la hora de hacer viajes largos en vehículos de carga eléctricos o híbridos por si no cuentan con suficiente carga o zonas de repostaje durante el camino. 

Para evitarlo basta con investigar los puntos de recarga del trayecto para planificar si es necesario hacer alguna parada. Existen diferentes Apps que geolocalizan la ubicación e indican los puntos de recarga más cercanos. En poco más de una hora con un cargador de 50 kW, es posible recuperar los 320 km de autonomía, y alcanzar así nuestro destino sin problema.

Además, conviene elegir la conducción en modo ECO para hacer más eficiente la carga. Tampoco está de más elegir alojamientos que cuenten con cargadores eléctricos para que durante la noche se puedan dejar cargando.

Los electrificados tienen menos elementos que revisar que los vehículos de combustible, pero es fundamental revisar todas las conexiones eléctricas del coche antes de salir para ver que todo funcione correctamente y sobre todo que esté cargado al máximo.