China denuncia ante la OMC los aranceles de la UE a sus vehículos eléctricos

China ha elevado una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) en respuesta a la decisión de la Unión Europea (UE) de aplicar aranceles a las importaciones de vehículos eléctricos provenientes del país asiático. Esta medida, comunicada por el Ministerio de Comercio de China, tiene como objetivo defender los "derechos e intereses" de su sector automovilístico y refleja la creciente tensión comercial entre Pekín y Bruselas en un momento clave para el mercado global de vehículos eléctricos.

La queja china y la repercusión en la OMC

El gobierno chino ha llevado el caso al mecanismo de solución de disputas de la OMC, una instancia dependiente de la Organización de las Naciones Unidas, argumentando que la decisión de la UE carece de base fáctica y jurídica. Según un portavoz del Ministerio de Comercio de China, la conclusión provisional de la Unión Europea "viola gravemente las normas de la OMC y socava la cooperación mundial para hacer frente al cambio climático".

China ha instado a la UE a corregir lo que considera un "error", sugiriendo que estos aranceles podrían desestabilizar la cadena de suministro global de vehículos eléctricos. El gobierno de Xi Jinping ha enfatizado la necesidad de mantener la cooperación comercial y económica entre China y la UE, especialmente en un sector tan vital como el de la movilidad eléctrica.

Aunque Pekín no ha tomado medidas concretas aún, ya ha insinuado la posibilidad de represalias, que podrían incluir restricciones a los productos agrícolas y aviones fabricados en Europa. Este tipo de respuesta subraya la gravedad con la que China está abordando el conflicto y la importancia estratégica que otorga a su industria automovilística, una pieza clave en su economía y en sus ambiciones tecnológicas globales.

Posición de la Unión Europea

Por su parte, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario y comisario de comercio, Valdis Dombrovskis, ha expresado confianza en que los Estados miembros de la UE apoyarán la decisión de imponer estos aranceles y convertirlos en permanentes en noviembre. Según Dombrovskis, la rápida expansión de la cuota de mercado de los vehículos eléctricos chinos en Europa, impulsada por las subvenciones del gobierno chino, representa una amenaza significativa para la industria automovilística europea.

"Está claro que los Estados miembros son conscientes de la necesidad de proteger la industria automovilística de la UE porque el riesgo de perder terreno está ahí", afirmó Dombrovskis en una reciente entrevista con el Financial Times. Actualmente, las marcas chinas poseen una cuota del 11% en el mercado europeo de vehículos eléctricos, incluidos Reino Unido y Noruega, un aumento significativo desde el 9% registrado en el mismo período del año anterior, según datos de Dataforce.

El conflicto ha provocado una división en la industria automotriz. Mientras que algunos fabricantes europeos que producen vehículos en China se oponen a los aranceles, las marcas chinas han instado a Bruselas a reconsiderar sus medidas. Este desacuerdo refleja la complejidad del panorama actual, donde las cadenas de suministro globales están cada vez más interconectadas y cualquier decisión arancelaria puede tener repercusiones en múltiples sectores y países.

La quiebra de Hiphi 

En medio de esta disputa comercial, el fabricante chino de vehículos eléctricos de lujo HiPhi se ha declarado en quiebra. La empresa, propiedad de Human Horizons, solicitó la protección por bancarrota ante el Tribunal Popular de Yancheng, en el este de China, citando la incapacidad de sus activos para cubrir sus deudas. HiPhi, que suspendió la producción en febrero debido a problemas financieros y dificultades para pagar a sus proveedores, es la última víctima de la feroz competencia y la guerra de precios en el mercado chino de vehículos eléctricos.

Fundada en 2017, Human Horizons lanzó su primer modelo, HiPhi X, en 2020, posicionándose como una marca de referencia en el segmento de vehículos eléctricos de lujo. Sin embargo, la empresa ha luchado por mantener su posición en un mercado donde más de un centenar de marcas compiten ferozmente. En 2023, la compañía entregó menos de 8,000 vehículos, lo que la llevó a buscar desesperadamente financiamiento. Aunque en mayo aseguró haber conseguido un acuerdo de inversión de 1.000 millones de dólares con iAutoGroup, el pacto no se concretó.

La situación de HiPhi refleja una crisis más amplia en el mercado chino de vehículos eléctricos, exacerbada por la desaceleración de la demanda y el fin de los subsidios estatales en 2022. Empresas como WM Motors Holdings y la división de vehículos eléctricos de Evergrande también están al borde del colapso, enfrentándose a desafíos similares.

En este contexto, la guerra de precios entre las automotrices chinas está afectando no solo a las empresas locales, sino también a los actores internacionales que dependen de la estabilidad del mercado chino. A medida que las tensiones comerciales entre China y la UE se intensifican, las repercusiones podrían extenderse más allá del sector automotriz, afectando a diversas industrias y las relaciones económicas entre ambas potencias.

Se podría decir que la  queja de China ante la OMC y la crisis de HiPhi son síntomas de un mercado automovilístico global en transición. Mientras la UE busca proteger a su industria frente a la competencia china, Pekín está decidido a defender sus intereses. La resolución de este conflicto tendrá implicaciones significativas para el futuro del mercado de vehículos eléctricos y las relaciones comerciales entre China y Europa.