Planifica la revisión de los neumáticos

Las ruedas son el componente de seguridad más sensible y directo sobre el que un conductor puede influir para afrontar cualquier desplazamiento por carretera con las mayores garantías. Es el componente de nuestro coche en contacto directo con la carretera, y su correcto mantenimiento y adecuación al uso que le vamos a dar es la mejor medicina para prevenir disgustos. Los neumáticos de invierno son una opción cada vez más usual entre los usuarios, y para los que no les convenga, las cadenas de nieve de toda la vida siguen siendo la herramienta definitiva.

Aunque el verano todavía no haya terminado de ofrecer sus últimos calurosos compases, no resulta descabellado comenzar a pensar en la venidera temporada de invierno, y mucho más si el clima de la zona en la que vive actualmente le obligará a cambiar sus llantas por unos neumáticos de invierno.

Adicionalmente, es importante comprobar lo útil que puede llegar a ser contar con unas buenas cadenas de nieve entre nuestros complementos automotrices. Aunque ese accesorio esté pensado originalmente para sortear los suelos nevados más extremos, también puede llegar a funcionar como una solución temporal sobre unos neumáticos de verano.

Precauciones de rigor para una seguridad vial óptima

La seguridad vial es un punto que se debe tener muy presente al optar por unas cadenas de nieve para afrontar una situación puntual. Y para comenzar, el suelo debe estar nevado si se piensa utilizar este accesorio, debido a que rodar en asfalto con el mismo ponen en serio riesgo tanto la vida útil de las ruedas como la de la cadena.

Por otra parte, es importante destacar que nunca se deben superar los 50 km/h cuando aprovechamos la ayuda de unas cadenas de nieve para neumáticos, y que en caso de contar únicamente con un par estas siempre van instaladas en las llantas delanteras para los coches de tracción delantera, y en las ruedas traseras para los coches con ese tipo de propulsión.

Principales tipos de cadenas de nieve

Cadenas de eslabones de acero

La tradición más acérrima en este terreno lo marcan las cadenas de eslabones de acero, con diseños transversales y de rombos, y un par de tensores manuales para mantenerlas completamente sujetas a las llantas.Entre sus beneficios se encuentran un precio completamente asequible, y entre sus desventajas destacan cierta dificultad para su montura, así como una mayor cantidad de vibración tanto a nivel de dirección como de suspensión.

Cadenas compuestas

Esta efectiva pieza comercializada de forma exclusiva por Michelin funciona como una suerte de funda para el neumático, en lo que a simple vista parece ser una red. En su interior cuenta con una goma que fija los neumáticos con las cadenas de nieve, y sus niveles de respuesta son realmente altos tanto en pruebas de nieve como de hielo.

Cadenas semiautomáticas o de tipo araña

Comúnmente conocida por esos dos nombres, este tipo de cadenas están formadas por un disco que siempre queda fijado sobre las ruedas, y luego la cadena de nieve en sí misma, que puede variar según el fabricante, con una fuerte tendencia hacia el apoyo en bandas transversales rígidas.