Mas ejerce de mártir con un gran baño de masas ante el TSJC

Corregido y aumentado tal y como estaba previsto. El guión, puesta en escena y dispositivo milimétricamente pautados por el universo independentista afín a Artur Mas, se cumple con precisión este jueves para sacar el máximo rédito a la gran carga simbólica de su estudiada comparecencia como imputado en el Palau de Justícia de Barcelona (por la organización de la consulta del 9-N) favorecido por la coincidencia con la fecha del 75 aniversario del fusilamiento del president Lluís Companys.

Una auténtica "provocación que no tiene nombre" (hábilmente administrada) proclaman los soberanistas y una coincidencia "muy desafortunada" en opinión de miembros del Gobierno de Mariano Rajoy como ha verbalizado el propio titular de Interior, JorgeFernández Díaz.

La frenética jornada ha derivado también en un nuevo desafío ante las puertas delTribunal Superior de Justicia de Catalunya con más manifestaciones de presión encabezadas por el Ejecutivo catalán, parlamentarios, líderes políticos (CUP y "podemitas" incluidos), los presidentes de las cuatro diputaciones provinciales y esta vez cerca de 400 alcaldes catalanes que se han unido a Mas en un calculado y pausado recorrido hasta el TSJC en el que el president ha estrechado muchas manos siendo jaleado por los ciudadanos concentrados.

Decenas de personas entonando el himno de Cataluña, Els Segadors, blandiendo esteladas, pancartas, en algunos casos lanzando soflamas contra el Gobierno español y la justicia han apoyado a un Mas que ha emulado el histórico baño de multitudes de la tarde-noche del 30 de mayo de 1984 de su "padre político", Jordi Pujol, tras la querella por el caso Banca Catalana.

Se han producido momentos de gran carga emocional como el protagonizado por la presidenta del Parlament, Núria de Gispert con lágrimas en los ojos en su abrazo ante las puertas del Alto Tribunal con un predecesor en el cargo, Joan Rigol, como ella, ex líder de la Unió Democràtica de Duran Lleida a la que han abandonado para abrazarse a la aventura auspiciada por Mas y los secesionistas.

La escenificación ante el TSJC ya fue severamente censurada por su sala de Gobierno y por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tras la primera jornada de un auténtico sainete que ha culminado hoy con una puesta en escena aún más "imbatible".

Antes de su comparecencia en el Palau de Justícia, Mas, su Govern en funciones,Núria de Gispert y la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, han cumplido, más temprano que otros años, con el ritual de realizar una ofrenda floral en el monolito a Companys en el lugar donde fue ejecutado el president de la Generalitat republicana: el Fossar de Santa Eulàlia del Castillo de Montjuïc. Posteriormente, Mas y representantes de su Ejecutivo han protagonizado un segundo homenaje en el cementerio ante su mausoleo en el Fossar de la Pedrera, emplazamiento en el que, previamente, ha tomado la palabra el líder de ERC, Oriol Junqueras glosando la figura y contextualizando la obra del dirigente republicano fusilado. Muy llamativa y novedosa ha resultado la enseña estelada complementada con un collage alusivo a la independencia y el 9-N que ha ondeado de forma estudiada durante unos minutos por todo lo alto tras el president.

Mas (que realizará una declaración institucional en la Galería Gótica del Palau de laGeneralitat tras su paso por el TSJC) presidirá avanzada la tarde, un acto en memoria de las víctimas de la guerra civil y de la represión franquista que contará con la participación de familiares como la sobrina nieta de Companys, Mariona Companys, de los consejeros Homs, Borrás, Jané y Mascarell y de Josep Martí, secretario de Comunicación de la Generalitat (inició su andadura institucional en el PP de Tarragona y en la Subdelegación del Gobierno en la etapa de José María Aznar) que tildó de "vergüenza" el pasado martes el comunicado del TSJC.