Alonso se valió de Carlos Herrera para dar la estocada final a Quiroga

Aquel exiguo respaldo del 72,8% que Arantza Quirogarecibió en el Congreso del PP vasco celebrado en marzo de 2014 -el de la sucesión de Antonio Basagoiti- fue el primer aviso a la nueva presidenta de que no lo iba a tener nada fácil.

De aquellos polvos, estos lodos. En ese cónclave,Quiroga decidió apartar a Iñaki Oyarzabal como secretario general para evitar la intromisión de Alfonso Alonso, líder del PP de Álava y factótum del PP vasco.

Ni Alonso, ni Oyarzabal ni tampoco el entonces alcalde de Vitoria y ahora vicesecretario de Sectorial del PP, Javier Maroto, le perdonaron nunca aquello; que en la práctica suponía la pérdida de poder para el PP alavés, acostumbrado a ser la niña bonita del PP vasco por sus buenos resultados.

El triunvirato encabezado por el ministro de Sanidad ha tenido mucho que ver en la decisión de Quiroga de dimitir, a pesar de los esfuerzos de María Dolores de Cospedal -su gran protectora en Génova 13- para que se quedara.

Y, más que ninguno, Alfonso Alonso, que nunca vio en Quiroga una figura de autoridad. Del titular de Sanidad fue la primera y gran desautorización pública que recibió la hasta ahora líder de los populares vascos.

Alonso quiso llevar la voz cantante

La trastienda de ese episodio vivido la mañana del miércoles 7 de octubre explica el papel de Alonso en esta crisis. Cuyo nombre, dicho sea de paso, sonó antaño para sustituir a Basagoiti y vuelve a sonar ahora para tomar las riendas de un partido sumido en una profunda crisis. Sobre todo de identidad.

El Mundo abría ese día su portada con este titular: El PP vasco se acerca a Bildu sin consultarlo con Génova. Desde la noche previa la noticia previa venía suscitando un enorme revuelo. Y Alonso quiso llevar la voz cantante del desmentido y la desautorización, con el visto bueno de Soraya Sáenz de Santamaría.

El ministro tenía una entrevista con Carlos Herrera en COPE. Al llegar a los estudios, fuera de micrófono su gente pidió que le preguntaran por la polémica de Quirogaporque tenía algo que decir, según ha sabido El Semanal Digital.

Así ocurrió. "Una última cuestión que reservaba para el postre", arrancó el locutor. "La señora Quiroga ha pactado con los abertzales...". Alonso entró a saco. "Yo soy delPP vasco, de hecho soy el presidente del partido en Álava (...). Quiero recordar la posición nuestra, la posición del PP no en Álava sino a nivel nacional es que se debe exigir y que no se puede renunciar a exigir la condena expresa del terrorismo de ETA (...). No olvidar nunca que Bildu pretende diluir las responsabilidades, blanquear su pasado. Y nosotros no podemos permitir eso. Podemos inducir a confusión si nuestra posición no parece y resulta la que ha sido siempre".

El mensaje estaba enviado. Mensaje que ha acabado convirtiéndose en el epitafio político de Arantza Quiroga.