Una tensa reunión de Mas y sus consejeros acaba a voces por insensato

La digestión de los resultados electorales del 27S se le está complicando a Artur Mas y al independentismo. Las cifras no engañan y, según un sondeo de Metroscopia que publica este viernes El País, un mes después de los comicios, el presidente en funciones está perdiendo apoyos para continuar en el cargo hasta el punto de que el 71% de los catalanes considera que no debería repetir.

También son mayoría los ciudadanos catalanes que no comparten el acelerón al proceso independentista que esta semana han pactado Junts pel Sí y la CUP en forma de resolución parlamentaria. La rechaza el 51% frente a un 42% que la aprueba.

Los ciudadanos a pie no son los únicos que empiezan a tener dudas al respecto. Precisamente ese inicio del procés que firmaron Junts Pel Sí y la CUP ha sido el detonante que ha hecho estallar una tensión acumulada que venía de lejos en el seno de le Generalitat y que tuvo su máxima expresión este martes en una reunión del Consejo Ejecutivo que terminó en "broncazo", a grito pelado con los consejeros y con Artur Mas clamando "Entonces ¿qué me estáis pidiendo? ¿Qué haya elecciones?". Según informa La Vanguardia este viernes, la división dentro del Gobierno ya es evidente y palpable y se abren serias grietas en el barco.

Al leer el documento rupturista, no sólo el conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, puso el grito en el cielo durante la reunión, sino que a él se unió el de Interior, Jordi Jané. La cosa tiene su aquel porque Jané es uno de los dirigentes leales de Convergencia que pocas veces difiere de la cúpula del partido. No fueron los únicos en dar la voz de alarma sobre la deriva que está tomando la situación. También el consejero de Territorio y Sostenibilidad, Santi Vila, Irene Rigau y Felip Puig... El barco de Artur Mas ya no solo tiene grietas, empieza a hacer agua...