Sánchez desespera a Ana Blanco con su sarta de evasivas y el remate

Empezó muy lanzado Pedro Sánchez en su entrevista de este lunes en TVE. Lanzado porque cuando Ana Blanco le saludó y le preguntó quién será su adversario en las elecciones del 20 de diciembre éste tardó milésimas de segundo en contestar. "Mariano Rajoy", dijo categórico.

Pero fue un espejismo. El resto de la entrevista se convirtió en un cúmulo de naderías y vaguedades, un constante discurrir del líder del PSOE por los cerros de Úbeda que llegó a desesperar a Blanco. Y vaya por delante que ésta intentó arrancarle respuestas de todas las formas posibles.

Los espectadores de La 1 -pronto veremos si más o menos que los de la entrevista al presidente de hace una semana- perdieron la cuenta de las veces que la periodista tuvo que recriminarle a Sánchez que no hubiera respondido a tal o cual pregunta.

"¿Se da cuenta de que no le he preguntado por eso?"; "No me ha contestado otra vez"; "El objetivo de esta entrevista es analizar su programa, no el de Ciudadanos", le afeó Blanco en diferentes momentos de la... ¿entrevista? Por momentos no lo pareció, porque él estaba más ocupado en dar un mitin en prime time

No concretó el candidato socialista si el PSOE preferiría pactar con Podemos o con Ciudadanos; ni si va a aumentar los 20 días de indemnización por despido; ni qué va a hacer en Cataluña; ni qué pasará si no gana las elecciones generales; ni de dónde sacará el dinero para sus políticas sociales si ha prometido no aumentar el gasto ni subir los impuestos...

Eso sí, cuando la entrevistadora le preguntó si ésta es "la única oportunidad" que tiene para ser presidente -dado que en el PSOE muchos ya afilan sus cuchillos- Sánchez no se lo pensó ni por un instante. "No". A lo que ella le recordó el ruido de sables interno. "Esto no es una carrera de caballos".

Y para colmo atribuyó a su partido la ley del divorcio, cuando fue el último Gobierno de Adolfo Suárez el que la aprobó.

Pedro Sánchez tardó dos minutos de entrevista en sacar a relucir el caso Bárcenas y apenas quince en denunciar que la TVE de la pasada legislatura era un ejemplo de "pluralidad" y "objetividad" y la de esta legislatura es un mero instrumento de propaganda del PP.

De hecho lució en la solapa un lazo naranja en señal de solidaridad con los trabajadores de la casa. Si tanto respeto tiene por la televisión pública también podía haberlo demostrado respondiendo a lo que se le preguntaba.

Al menos la audiencia de TVE se enteró como remate de que para Sánchez uno de los grandes errores de su partido es "no reconocer las grandes cosas que hemos hecho los socialistas". Modestia aparte.