San Sebastián y Tertsch hacen pasar un apuro a Iglesias en el Foro ABC
Se echó en falta representación de los empresarios en la conferencia ofrecida por el secretario general de Podemos en terreno no precisamente amigo. Capeó como pudo.
¿Quién le iba a decir al Pablo Iglesias de La Tuerka original que acabaría protagonizando un discurso en el Casino de Madrid en calidad de secretario general de Podemos gracias a un foro conjunto organizado por ABC y Deloitte?
Pues este 10 de noviembre de 2015 se pudo ver esa imagen en el edificio de la madrileña calle Alcalá, al que Iglesias llegó acompañado por la vedette del partido, el exJemad José Julio Rodríguez, y dos de sus personas de confianza en el equipo con el que trabaja día a día, Irene Montero y Rafa Mayoral.
La recepción a Iglesias no dejó de aportar momentos curiosos como el de su foto con Catalina Luca de Tena, que elogió el camino recorrido por el dirigente podemita hacia la moderación. Mucha diplomacia y menos invitados -especialmente faltaron empresarios- que en el almuerzo con Albert Rivera de unas semanas atrás para escuchar las palabras del secretario general de Podemos aliñadas con un menú compuesto por menestra de verduritas al aroma de Jabugo, solomillo de buey a la mostaza antigua y espuma de crema de leche con fresas estofadas regadas por un crianza de 2012 y café -muy especificado, como señalaron algunos malvados- de Colombia.
Desde luego, Iglesias no jugó en casa a la vista de las caras de algunos invitados. Tal vez por eso el número uno de Podemos abrió su exposición en el turno de palabra con un "yo he leído mucho este periódico" explicando que una de sus tías abuelas trabajó como camarera en la cafetería de ABC, por lo que el diario le mantenía una suscripción. Otro gesto consistió en dar cariño a Rodríguez por los "ataques" sufridos tras hacer pública su vinculación con Podemos. También indicó que su ministra de Justicia, llegado el caso, sería Victoria Rosell.
Y justo un día después de la votación en el Parlament tocaba, como era de esperar, Cataluña. Iglesias volvió a retomar su discurso de tercera vía. Con críticas a Mariano Rajoy por "fabricar independentistas", a la posibilidad de recurrir ante el Tribunal Constitucional y al modelo del café para todos, Iglesias se presentó como el hombre capaz de mantener a Cataluña dentro de España con un encaje territorial distinto. Nada nuevo, por otra parte, salvo reconocer que el lunes habló con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Chávez se cuela en el Casino
Una pregunta de Juan Fernández Miranda sacó a relucir la vinculación pasada de algunos dirigentes de Podemos con el Gobierno chavista, lo que sirvió también para que el moderador, Ángel Expósito, preguntase también si se mostraba arrepentido de haber asesorado a Hugo Chávez. "Nunca estuve en Venezuela más de un mes y medio. No me arrepiento de mi trabajo como docente dando clase", aseguró un tanto contrariado alegando que la vinculación chavista tenía mucho más que ver con "los muertos vivientes de la política española".
Pero no fue ese el único atolladero en el que Iglesias se vio metido. "¿Van a ser Zapatero y Bono los próximos fichajes de Podemos?", fue la pregunta de Hermann Tertsch. Isabel San Sebastián fue más dura al cuestionar qué le parecía colocar a periodistas críticos en el disparadero. Expósito -que tuvo sus más y sus menos con Iglesias en su etapa tertuliana- le tuvo que refrescar la memoria.
El secretario general del partido morado explicó que su petición, años atrás, de pedir "declaraciones inaceptables" de otros contertulios tenía que ver con su deseo de preparar los debates. "Jamás he señalado a nadie con nombres y apellidos", alegó. De paso, apeló a la libertad de expresión y se quejó de que "algunos han entendido que es sólo para ellos".
Pocas novedades más salvo cierta tensión con Expósito a la hora de la interpretación de algunas preguntas. "Pues hoy estoy moderado", le contestó el de COPE. Y así, con "un placer", finalizó el paso de Iglesias por el Casino de Madrid.