Rajoy impone su ley a Aguirre en unas listas con escabechina y disputa

La tarde en Génova 13 fue un constante ir y venir de propuestas cruzadas y llamadas entre María Dolores de Cospedal, Fernando Martínez Maillo y Juan Carlos Vera por una parte y las estructuras provinciales y regionales del partido por la otra.

Nueve horas hicieron falta -desde las 13.30 horas a las 22.30- para lograr la cuadratura del círculo de unas candidaturas al Congreso y al Senado que, si siempre son motivo de tira y aflojas, esta vez especialmente por la importante pérdida de escaños que augura el PP.

Madrid fue el escenario de la enésima batalla entre Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre. Aunque esta vez el presidente no cedió un ápice y colocó en los puestos de salida a todos los suyos. Incluido a Cristóbal Montoro de número cuatro, por detrás de Soraya Sáenz de Santamaría e Isabel García Tejerina.

Y seguido de Álvaro Nadal, Juan Carlos Vera, José Luis Ayllón, María Teresa de Lara, Carmen Álvarez Arenas, Teófilo de Luis, Belén Bajo y José Ignacio Echániz. Hay que bajar hasta el puesto 13 para encontrar a un hombre de Aguirre: Antonio González Terol, alcalde de Boadilla del Monte, que junto con David Pérez y Gador Ongil suponen las únicas aportaciones de Aguirre. En el 14 figura Marimar Blanco.

La escabechina es sonada. Fuera de las candidaturas, o al menos de los puestos de salida se han quedado secretarios de Estado que sí estuvieron en las de 2011 como Jaime García Legaz y Víctor Calvo Sotelo (va en la de Madrid, pero muy abajo); y otros han sido enviados al Senado, véase los casos de Susana Camarero y Gonzalo Robles.

Hay circunscripciones donde la criba ha sido especialmente cruenta, como en la que pertenece esta última, Valencia, otro de los grandes focos de conflicto porque la nueva dirección del PPCV quería marcar territorio. Además de no aceptar al ministro José Manuel García Margallo como número uno (lo será de Alicante), caen Macarena Montesinos y Marta Torrado (va al Senado). Al final se libra el veterano Ignacio Gil Lázaro.

Las direcciones regionales y provinciales han batallado para impedir que Génova hiciera y deshiciera en sus respectivas circunscripciones. De ahí que Jaime Mateu y no Sandra Moneo (finalmente número dos) lidere la candidatura en Burgos en un empeño personal de Juan Vicente Herrera; o que Montoro y algunos VIP más tuvieran que ser reubicados en Madrid.

Javier Maroto era el último vicesecretario del PP que quedaba por ubicar, una vez conocido el destino de Pablo Casado -Ávila-, Martínez Maillo -Zamora- y Javier Arenas -Senado- y la la decisión de que Andrea Levy se quede en el Parlament catalán. Irá de dos por Álava así que de entrada no tendrá escaño, a la espera de que Alfonso Alonso deje el suyo para ser candidato a lendakari en 2016.

Además, como ya adelantó El Semanal Digital la semana pasada, se quedan fuera de las candidaturas los directores de la Policía Nacional y de la Guardia Civil, Ignacio Cosidó y Arsenio Fernández de Mesa, porque habrían tenido que cesar para ser candidatos y Rajoy no quería dado lo sensible de ambos cargos.

En las listas del Senado figuran varios diputados con muchas legislaturas a sus espaldas obligados a mudarse de la Cámara Baja a la Alta. Entre ellos Gabino Puche, Miguel Ángel Cortés, Sebastián González y Carlos Aragonés.

Este último, perteneciente al llamado sector crítico, al menos ha tenido más suerte que otros del mismo sector como Gabriel Elorriaga y los diputados provida, fuera de toda lista. Cayetana Álvarez de Toledo se fue por su propio pie antes de verse excluida.