La primera misión pacifista del ex Jemad en Podemos acaba en chasco
Los siete puntos de Podemos para superar el pacto antiyihadista han sido ignorados por los líderes de PSOE y Ciudadanos. El primer servicio de Rodríguez y Rosell se estrella.
Ni Albert Rivera ni Pedro Sánchez han hecho caso a las siete propuestas de Podemos contra el ISIS y a favor del Consejo de la Paz. Los líderes de Ciudadanos y PSOE ni siquiera han acusado recibo al SMS personal que les envió Pablo Iglesias, según detalló el propio secretario general de Podemos este lunes. Tan sólo el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dio cuenta de la recepción del mensaje de unas propuestas cuya redacción, en colaboración con el equipo de internacional del partido morado, han constituido la primera misión del exJemad José Julio Rodríguez.
Iglesias, que compareció ante los medios tras una intensa mañana en la que se reunió con el presidente de la CEOE, Juan Rosell, y el de CEPYME, Antonio Garamendi, y posteriormente con los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, no dudó en colocarse los galones de estadista y reclamar que Rajoy debe llamar a los "agentes políticos y sociales" a La Moncloa.
En su rueda de prensa el líder podemita, acompañado por destacados miembros de la cúpula del partido como Iñigo Errejón, Irene Montero, Nacho Álvarez, Rafa Mayoral y el flamante fichaje Rodríguez, dedicó elogios a sus visitantes. "He visto una actitud más favorable a la negociación que la del Gobierno", aseguró sobre los dirigentes empresariales aunque, sin duda, hubo mayor sintonía con los sindicales. "España tiene que impulsar la demanda interna", aseguró Toxo mientras Iglesias, en segundo plano, asintió moviendo la cabeza al tiempo que tomaba notas en un cuaderno morado con su bolígrafo Bic de cuatro colores.
Sin embargo, Iglesias sigue empeñado en aprovechar el momento para establecer un hecho diferencial en la respuesta a los atentados islamistas de París. Para ello cuenta con sus ministrables de Defensa, Rodríguez, y Justicia, la juez Victoria Rosell. Y con el recuerdo del mandatario francés Charles de Gaulle, al que apeló frente a la actitud del actual presidente de Francia. "Entiendo la rabia de Hollande y de sentirse pequeño frente al discurso de extrema derecha de Marine Le Pen", afirmó invocando a De Gaulle.
Una invocación un tanto arriesgada para su discurso a tenor de algunas declaraciones del general: "No hay que engañarse. Está muy bien que haya franceses amarillos, franceses negros y franceses morenos. Eso enseña al mundo que Francia está abierta a todas las razas y que tiene una vocación universal. Pero con la condición de que sean una pequeña minoría. Si no fuera así, Francia no sería Francia. Somos todos, ante todo, un pueblo europeo de raza blanca, de cultura griega y latina y de religión cristiana… Basta de cuentos".
El problema es que ni Rodríguez ni Rosell ni De Gaulle han podido tapar una cuestión mucho más llamativa: la caída de las listas de otros dos fichajes estrella como Javier Pérez Royo y Manuel Gómez Benítez. "Motivos personales" es la respuesta que se repite en Podemos ante la cuestión del porqué. "Van a seguir trabajando con nosotros con la misma intensidad", aseguró Iglesias. Y nada más.
Ese mutismo es lo que ha dado pie a que corran los rumores sobre las causas del paso atrás de ambos fichajes, muy ligados en otros tiempos al PSOE. En el caso de Gómez Benítez algunas fuentes hablan tímidamente de un problema en las listas a causa del pacto con Compromís, que dejaría al exmagistrado en un puesto peor. Aunque todavía no tenía asignado un lugar en las listas, se daba por hecho desde tiempo atrás que el exvocal de cuota socialista en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) podría concurrir por Valencia.
Sin embargo, el silencio y la repetición constante de los "motivos personales" y la salida de los dos juristas justo después del rechazo de Podemos a integrarse en el pacto antiyihadista han dado pábulo a la posibilidad de que declinaran participar ante la decisión del partido morado en ese aspecto.