Carmena saca bandera blanca ante Cifuentes para escándalo de Podemos
Otro feo de la alcaldesa de Madrid a los podemitas: la escenificación del "buen rollo" con Cifuentes, "bestia negra" de los que se reclaman herederos del 15-M.
La imagen de Cristina Cifuentes y Manuela Carmena caminando cogidas del brazo por la Plaza del Ángel ha caído como un tiro en las filas de Podemos y en los sectores más duros de Ahora Madrid, que han visto cómo la alcaldesa de Madrid escenificó una bandera blanca en la confrontación buscada por algunos miembros de su equipo con la presidenta de la Comunidad madrileña, ya escocidos con los reiterados desplantes de la jefa del gobierno municipal al partido morado y a su líder, Pablo Iglesias.
El "buen rollo" llamó la atención del encuentro con los medios posterior al almuerzo entre los equipos de Carmena y Cifuentes, celebrado en el Hotel ME Reina Victoria de la Plaza de Santa Ana. Un encuentro al que la presidenta madrileña acudió acompañada por los consejeros de Presidencia y Economía, Ángel Garrido y Engracia Hidalgo, mientras que la alcaldesa lo hizo escoltada por la primera teniente de alcalde responsable de Derechos Sociales, Equidad y Empleo Marta Higueras y el coordinador general del Ayuntamento Luis Cueto.
Para esta ocasión se dejó a Rita Maestre, otra de sus acompañantes habituales, en el Consistorio.
Hasta una periodista de una televisión japonesa desplazada a Madrid para seguir las elecciones generales y que tenía previsto acudir a la presentación del libro de Pablo Iglesias en el Círculo de Bellas Artes hizo algo de tiempo al enterarse de que iba a comparecer Carmena.
La comida, pagada a escote por cada una de las partes ("He salido malparada porque he comido menos", aseguró Carmena), selló una tregua de recorrido indefinido después de unas semanas en que las tensiones entre Ayuntamiento y Comunidad se recrudecieron
La comida, pagada a escote por cada una de las partes ("He salido malparada porque he comido menos", aseguró Carmena), selló una tregua de recorrido indefinido después de unas semanas en que las tensiones entre Ayuntamiento y Comunidad se recrudecieron. La alcaldesa aludió a la necesidad de estar "por encima de ideologías" por el bien de los madrileños y en "huir de la confrontación". Y, de paso, alertó de que probablemente la contaminación siga subiendo en los próximos días.
Toda una declaración de intenciones hacia Cifuentes, a la que integrantes de Ahora Madrid no perdonan su papel como delegada del Gobierno en Madrid.
En total, el encuentro propició que se trataran más de una veintena de temas de lo más diverso: desde la incorporación municipal a los planes sociales de la Comunidad por los más desfavorecidos a la cuestión del Consorcio Regional de Transporte pasando por los apoyos a los operativos contra la contaminación y otras competencias.
El análisis de fuentes de la Comunidad de Madrid es positivo porque consideran que han mandado varios mensajes: por un lado, que el plante de Cifuentes ante las maniobras de miembros del equipo de Carmena ha dado sus frutos y, por otro, que la propia alcaldesa ha dejado claro que con esa actitud de algunos de los suyos no se va a ninguna parte.
En ese aspecto, la presidenta lanzó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno una alusión velada a las divergencias internas en el equipo de gobierno de Ahora Madrid con cuestiones como la negociación sobre la posibilidad de que el Consistorio vuelva a hacerse cargo de su cuota en el Metro de Madrid. "Otros concejales no están por la labor", apuntó.
Precisamente la posición de fuerza, horas antes de la comida, parecía seguir en manos de la presidenta madrileña, que se llevó las manos a la cabeza al ser preguntada sobre la posibilidad de que el Consistorio instalase una placa de recuerdo del 15-M junto a la de los caídos del 2 de mayo y la de las víctimas del 11-M.
"Me parece una broma de mal gusto", aseguró Cifuentes, que afirmó no saber dónde se iba a colocar una placa al 15-M ya que en el edificio de la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, no podía interferir el Ayuntamiento.
"Me parece una broma de mal gusto", aseguró Cifuentes, que afirmó no saber dónde se iba a colocar dicha placa ya que en el edificio de la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, no podía interferir el Ayuntamiento.
La negativa de Cifuentes a comparar el 15-M, mito fundacional de Podemos y de buena parte de los concejales del equipo de Carmena, con el 2 de Mayo o el 11-M unas horas antes del almuerzo no pasó desapercibida.