Sánchez y Rajoy se juegan su futuro político el 20-D

Los candidatos de los dos principales partidos, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez son conscientes de que el 20D se juegan su futuro político. Las posiciones de salida son bien distintas y, desde luego, más favorables para el candidato popular que para el socialista pero en la sala de máquinas del PP se ha optado por hacer un esfuerzo añadido para llamar a la prudencia “y al trabajo sin descanso hasta el ultimo momento. Aquí nadie se puede confiar”, aseguran los responsables de campaña que ven con especial satisfacción “la extraordinaria disposición” de Mariano Rajoy, dispuesto a patearse España y a “aparecer en escenarios poco habituales. Nos vamos a dejar la piel, pero no hay que olvidar que primero hay que ganar y luego gobernar”.

La disposición y voluntad de Pedro Sánchez no es distinta ni menor a la de Mariano Rajoy pero la encuesta del CIS ha descuadrado la expectativas socialistas que a estas alturas acariciaban la idea de estar a dos o tres puntos por debajo del PP, “perfectamente salvables a lo largo de la campaña”. La preocupación socialista es que desde ahora mismo se les perciba como perdedores, pero Pedro Sánchez está decidido a trasladar a los suyos que es posible gobernar. “Hay mucho indeciso, las tripas de la encuesta no nos llevan a pesimismo alguno y a partir de ahora solo nos toca subir y lo vamos a hacer”. Recuerdan los socialistas como a Cameron se le daba por perdedor “y esta gobernando”.

Los populares están convencidos de que Sánchez hará lo posible y lo imposible por pactar con quien pueda porque es la única oportunidad que tiene

Pero al margen de cualquier disquisición y a la espera de los resultados, Rajoy sabe que no tiene el gobierno garantizado y Sánchez, aun cuando no gane, no renuncia a posibles pactos que le permitan desbancar a Rajoy. Los populares están convencidos de que Sánchez “hará lo posible y lo imposible por pactar con quien pueda. Esta es la única oportunidad que tiene, porque si además de no ganar, tampoco le sale bien su intento de desbancar a Rajoy es que no tiene más remedio que irse. Y veremos—aseguran en el PP— si el 21 está donde está hoy. Todo va a depender de los resultados, pero no lo tiene fácil porque se ha equivocado en casi todo”.

En el PP se manejan todas las hipótesis. La primera de ellas, desde luego, es la de ser los ganadores, pero a partir de ahí “todo es posible salvo si logramos un resultado que haga imposible una mayoría sin nosotros”. Siguiendo el manual obligado, en el PP no quieren adelantar acontecimientos pero si algo se tiene claro en Génova es que si “Rajoy, aun cuando resulte el ganador, que lo va a ser, si no logra gobernar, no hay que descartar que se vaya”. “No es un hombre amigo de la tragedia—aseguran en su equipo—y tomara la decisión que más convenga al Partido y lo hará con serenidad, con generosidad y con acierto pero eso es correr demasiado. Ahora en lo que estamos es en ganar y el 20 por la noche, en gobernar, por eso sobran los optimismos. Todavía no está nada escrito”. Dicen esto, pero no pueden disimular que la encuesta del CIS ha sido “un buen chute de adrenalina”. Para los socialistas un “palo muy duro”.

Ciudadanos se presenta como el partido “indispensable” para conformar una mayoría absoluta

Los populares van a hacer un especial esfuerzo no solo en el ámbito rural sino que tienen el firme propósito de trabajar de manera especial aquellas plazas en “las que fuimos la primera fuerza en las autonómicas y por los pactos del PSOE, estamos en la Oposición. En política no todo vale, sobre todo cuando el gran argumento es desbancar al ganador. No parece –se indica desde Génova—que los pactos les estén resultando rentables pero están dispuestos a reeditarlos, si pueden, después del 20 D”.

Así las cosas, Ciudadanos se presenta como el partido “indispensable” para conformar una mayoría absoluta y es Albert Rivera quien, al final, y a expensas del margen de maniobra que las urnas den a unos y a otros, el que podría decidir el futuro político de los candidatos de los dos grandes partidos.