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Cifuentes abre a Rajoy la puerta de C´s en una votación histórica

En vísperas de las elecciones generales, y después de que el presidente tendiera por primera vez la mano a Rivera, el acuerdo para sacar adelante los presupuestos cobra especial relevancia.

El apoyo de Aguado ha sido clave para sacar adelante los presupuestos de Cifuentes.

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Cristina Cifuentes ha capeado con éxito su primera prueba de fuego como presidenta de la Comunidad de Madrid al conseguir la aprobación de los Presupuestos para 2016, cifrados en un total de 17.890 millones de euros, con el apoyo de Ciudadanos, obligando a mojarse a la formación naranja en su respaldo a apenas setenta y dos horas de las elecciones generales.

Durante varios meses la presidenta madrileña ha tenido, prácticamente, que perseguir al jefe de filas de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado. La actitud del dirigente naranja madrileño a lo largo de este tiempo -desde el acuerdo "crítico" al Gobierno de Cifuentes- ha llevado a dirigentes populares a expresar su pesar por la dureza de Aguado en contraste con la postura de su partido en el apoyo a Susana Díaz en Andalucía.

"Flores para Susana, cardos para Cristina", es el resumen socarrón de algún diputado popular. Hasta el punto de que algunas de las declaraciones de Aguado han llegado a ser entendidas como "amenazas" veladas.

Ahora, sin embargo, Cifuentes puede destacar la escenificación de un apoyo de Ciudadanos a un Ejecutivo popular en vísperas de las elecciones generales. La senda de la presidenta madrileña puede servir incluso de inspiración en otros ámbitos del PP, y más cuando hasta el propio Mariano Rajoy ha tendido una mano a Albert Rivera para formar filas juntos en calidad de aliados en la próxima legislatura.

Adelante a los presupuestos

Pese a lo ajustado de la votación -populares y naranjas reunieron 65 votos frente a los 64 de PSOE y Podemos-, la presidenta consiguió el visto bueno a unos presupuestos históricos, ya que se trataba de los primeros en años en que el PP no contaba con mayoría absoluta para aprobarlos.

Esa situación ha generado varias excepcionalidades. Por ejemplo, la necesidad de dar cabida a cerca de 250 enmiendas planteadas por los grupos presentes en la Asamblea de Madrid. Casi un 50% de las mismas han sido planteadas por el PSOE, un 38% por Ciudadanos, un 4% por Podemos y un 8% por el propio PP.

Una de las más polémicas es la que salió adelante con el apoyo de PSOE y Ciudadanos, la abstención de Podemos y el voto en contra del PP: la eliminación del convenio con el servicio médico de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM), que ha desatado las alarmas en la entidad que preside Victoria Prego.

Así, los 8,6 millones anuales que aportaba la Comunidad a la APM para atender las demandas médicas de sus afiliados pasarán a emplearse en el Plan Bucodental para menores. El convenio se extinguirá en seis meses y tendrá un coste de 4,5 millones, pasando a depender del Servicio Madrileño de Salud.

Por otra parte, el gobierno en minoría de Cifuentes obligaba a pactar con Ciudadanos. Aunque el pacto estaba considerado como "hecho" -lo que soliviantó al socialista Ángel Gabilondo, que lo tildó de "pacto de legislatura", y al podemita José Manuel López, que habló de "acuerdo de gobierno" entre PP y C's-, un episodio externo trastocó los planes.

A Echeverría se le acabó el crédito

Y es que el accidente del exconsejero de Transportes, expresidente de la Asamblea de Madrid y diputado autonómico popular José Ignacio Echeverría puso una nota de inquietud. Echeverría, que sufrió un suceso en la A-6 con su vehículo cuando al parecer multiplicaba por tres la tasa de alcoholemia, se convertía en clave a la hora de la votación. Su ausencia hubiera generado problemas a Cifuentes.

Sin embargo, el diputado, en la picota por la situación relacionada con su accidente, acudió a votar y a continuación presentó la dimisión "por respeto al PP" pero sobre todo al comprobar que no contaba con apoyo cerrado y de cheque en blanco de sus compañeros hasta que no se esclarezcan los hechos.

Es más, la actitud en negativo de Enrique Ossorio, portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, apuntando la existencia de "consecuencias" en caso de confirmarse que Echeverría conducía en estado de embriaguez, le dejó bien claro al diputado autonómico que sólo le quedaba una opción digna.