Tocomocho en la Asamblea "libre" de la CUP para salvar el cuello a Mas
El futuro a corto plazo de Cataluña pasa por el cónclave vinculante que la formación celebra este domingo para decidir si desatasca la investidura tres meses después de las elecciones.
La actualidad informativa de este fin de semana va a pasar por la Asamblea vinculante que la CUP celebrará este domingo para decidir si finalmente aprueba la investidura de Artur Mas pero, ¿será ésta todo lo libre para una formación que presume de su democracia interna? La presión ha empezado, así que parece que la libertad de voto va a estar más que condicionada.
Un centenar de alcaldes y concejales de la CUP hicieron público este viernes un manifiesto en el que piden "generosidad, flexibilidad y empatía" para que su formación llegue a un acuerdo con Junts pel Sí (JxS) que facilite la formación de un gobierno en Cataluña y se eviten unas nuevas elecciones catalanas en marzo.
En el manifiesto Ni un paso atrás hacia la independencia, los ediles cuperos advierten de las consecuencias negativas para el proceso soberanista de una falta de acuerdo entre las dos formaciones independentistas del Parlament.
Entre los firmantes del documento figuran el alcalde de Argentona (Barcelona), Eudald Calvo; el de Celrá (Gerona), Dani Cornellà; los tenientes de alcalde de Badalona (Barcelona) José Téllez y Laia Sabater y la concejal de Gerona Laia Pèlach.
Estos representantes municipales, pertenecientes al sector CUP-Poble Actiu, piden a las dos formaciones independentistas que sean conscientes de que "en estos momentos el futuro de este país está en buena parte en sus manos y que por tanto sean dignos de la esperanza de este pueblo".
"Pedimos generosidad, flexibilidad y empatía. Pedimos mirar más allá de nosotros mismos", indican los firmantes, que añaden que "el apoyo social amplio a la independencia y a la república catalana al que hemos llegado es un bien colectivo que debemos preservar y hacer crecer aún mas; y que de ninguna de las maneras se debería poner en peligro ni dilapidar por falta del esfuerzo político necesario".
Solicitan, en este sentido, que "este horizonte ilusionante, y la concreción de los pasos a hacer para avanzar marquen el debate, y no los ataques y la beligerancia a la que hemos asistido en esta etapa post 27S. Esto sólo consigue fortalecer al enemigo político y debilita el proceso de construcción de la república catalana independiente".
Los cargos municipales de la CUP consideran que la posible falta de acuerdo político sería "muy negativo" para el proceso soberanista al representar "el retorno al marco autonómico y la imposibilidad de construir la república catalana".
Reconocen que unas nuevas elecciones en Catalunya podrían "desestabilizar y debilitar el apoyo social y político a la opción independentista", reforzando las "terceras vías" y favoreciendo nuevos pactos con el Estado español.