Podemos hace oídos sordos al recado por intermediario de Colau
La estrategia del líder podemita pasa por la alcaldesa de Barcelona, que, sin embargo, sigue enviando mensajes en la línea contraria. Aunque en Madrid creen que Colau entrará por el aro.
La nueva estrategia catalana de Pablo Iglesias trastabillea pero no se cae. Al menos por el momento. Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, ha enviado a su número dos, Gerardo Pisarello, con un recado a la dirección de Podemos desde los micrófonos de la Cadena SER: su intención no es saltar del Ayuntamiento de la Ciudad Condal a otras aventuras.
Las declaraciones del primer teniente de alcalde barcelonés caminan en la línea marcada por Colau y Barcelona en Comú. Sin embargo, las cosas todavía están por verse. Ahí es donde Podemos cree que puede conseguir que la alcaldesa de la Ciudad Condal sirva a los propósitos del partido morado.
En Madrid no faltan quienes creen que Colau "se está haciendo de rogar", aseguran fuentes de Podemos. En realidad, nada está claro. Ni siquiera el "no" de Colau a una hipotética lista podemita a la Generalitat. Para ello en la formación de Iglesias confían en que la cuestión todavía no ha sido tratada en profundidad en Barcelona en Comú, donde la propuesta no es mal vista en algunos sectores.
Hasta ahora Colau ha sugerido que su intención pasaría por quedarse a los mandos del Consistorio pero el debate está abierto a la luz de los buenos resultados obtenidos por la lista conjunta con Podemos que presentó en las elecciones generales.
Para Iglesias, Colau es un objetivo prioritario.
El líder podemita y sus asesores consideran que la alcaldesa es un animal político de primer orden
El líder podemita y sus asesores consideran que la alcaldesa es un animal político de primer orden que podría arrojar un resultado excepcional en unas nuevas elecciones catalanas, muy lejos del fracaso de Catalunya si Que es Pot y su candidato Lluís Rabell. Los morados no quieren ni oír hablar de una tentativa similar.
Además, Iglesias ha descubierto un filón en Colau. Por eso en el partido morado las palabras de Pisarello han sido anotadas pero no cinceladas. Incluso hay quienes creen que la reacción del hombre de confianza de la alcaldesa tiene que ver con marcar territorio frente a los propios podemitas catalanes.
Todavía hay mucho qué decir. Algunos no olvidan que Colau también juró y perjuró que no entraría en política. Y ahí está.