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La CUP corona presidente al alcalde que quiere echar a los invasores

Carles Puigdemont, un "aparatchik" de CDC, será el próximo jefe de la Generalitat catalana. Un hombre investido por la CUP que tiene referentes ideológicos muy claros.

Puigdemont tiene referentes ideológicos inquietantes.

Publicado por
M. Ortega

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El proceso independentista ha terminado devorando a su propio padre. Artur Mas no será presidente de la Generalitat. La CUP, finalmente, le dobló el brazo a Junts pel Sí y obligó a Mas a dar un paso atrás bajo el riesgo de convocatoria de unas nuevas elecciones. Los anticapitalistas cumplieron con su palabra: Más no sería investido por ellos. Y no lo será.

Tras un encuentro a contrarreloj, la lista independentista y la CUP acercaron posiciones cuando Mas tiró la toalla y cedió en la propuesta de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. La CUP tan sólo tragó con la posibilidad de que Mas fuese conseller en cap. Pero éste, en una comparecencia ante los medios en la que aprovechó para dar un discurso largo y farragoso, negó que vaya a tener algún cargo en el nuevo Gobierno.

"Doy un paso al lado", aseguró tras afirmar que o era presidente o expresidente.

Al lado o atrás, que eso está por ver. A Mas, ahora, le toca recibir los parabienes debidos al difunto en cualquier funeral, político en este caso. Fue su socio de candidatura, Oriol Junqueras, el primero en reconocer el carácter "histórico" de lo propuesto por Mas, que no descartó volver a presentarse más adelante.

El acuerdo, pese a todo, no está libre de tensiones, ya que algunos diputados de la CUP han amenazado con la dimisión. Para esa situación, los anticapitalistas cuentan con rellenar los escaños salientes con nombres procedentes de la izquierda independentista.

Puigdemont: la estricta ortodoxia independentista

El sustituto de Mas será el alcalde de Girona, Carles Puigdemont, que de rebote ha visto cómo pasará a ser el presidente de la Comunidad Autonóma de Cataluña. El perfil del nuevo presidente no depara sorpresa. Se trata de un aparatchik convergente que se ha beneficiado de la deriva de los últimos años y de su posición clave como presidente de la Asociación de Municipios por la Independencia.

La carrera política de Puigdemont comenzó con su afiliación, tras pasar por varias entidades catalanistas, a la Juventud Nacionalista de Cataluna, brazo juvenil de CDC, entonces todavía coaligada con CiU. En 2006 se lanzó al asalto del Ayuntamiento de Girona pero tuvo que esperar una legislatura más para hacerse con sus riendas.

Hijo de pasteleros, con estudios de Filología Catalana, antes de su entrada en política Puigdemont se hizo un hueco en el panorama mediático catalán vinculándose a cabeceras de corte independentista. Ejerció como redactor jefe de El Punt, creó el gratuito Catalonia Today y la Agencia Catalana de Noticias.

Su ascenso debió mucho a su proyección mediática y a saber aprovechar la oportunidad de la derrota que llevó al tripartito al poder en Cataluña. Durante los años de gobierno de José Montilla, con CiU en la oposición, Puigdemont se movió como pez en el agua para reestructuar CDC con un corte más independentista.

El alcalde de Girona, diputado autonómico también -era número tres de la lista de su provincia-, no ha escondido nunca sus sentimientos independentistas. En un congreso de la Asamblea Nacional de Cataluña no tuvo empacho en citar las palabras del periodista Carles Rahola:

"Los invasores serán expulsados de Cataluña, como lo fueron en Bélgica, y nuestra tierra volverá a ser, bajo la República, en la paz y el trabajo, señora de sus libertades y destinos".

Todo un referente para el hombre que a partir de este domingo será investido presidente de la Generalitat catalana.

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