El Rey aborta la foto más esperada tras darle un correctivo a Cristina

Era la imagen del día, del mes, del año y del siglo. Por primera vez en la historia un miembro de la Familia Real se sentaba en el banquillo de los acusados ante la lógica expectación de cientos de periodistas de dentro y de fuera de España. Normal que la foto de la Infanta Cristina, sentada entre los acusados, luciendo unas impresionantes ojeras debajo del maquillaje diera la vuelta al mundo en cuestión de minutos. No menos comentada fue la aparentemente relajada conversación que mantuvieron en la sala Diego Torres e Iñaki Urdangarin a pesar de que llevaban años sin hablarse, desde que estalló el escándalo Nóos que este lunes sentó a un hija y hermana de Rey en el banquillo.

Parece que los exsocios han limado asperezas nada más empezar el juicio y se les vio charlar de forma relajada mientras unas sillas más allá, la Infanta se mostró en todo momento rígida y muy seria, alejada de su marido, aunque llegaron juntos a la sala. En las redes no pasó desapercibido que la Infanta se sienta en el banquillo frente a la foto que preside la sala: la de su hermano, el Rey.

Al margen de la famosa "doctrina Botín" que defendió vehementemente la defensa de Doña Cristina y al tiempo que en las tertulias sobre el caso que regaban los medios de comunicación se empezó a hablar de "pacto", el fiscal Horrach dio la sorpresa. No sólo volvió a pedir dejar a la Infanta Cristina fuera del caso de manera inmediata, sino que metió a la esposa de Diego Torres en el mismo saco, algo que el exsocio de Urdangarin lleva pidiendo desde que se desató el escándalo. Horrach alegó la falta de legitimación de la acusación para acusar a la Infanta y aseguró que "la única respuesta judicial posible para la Infanta es el archivo" y pidió que ni una esposa ni la otra sean juzgadas por fraude fiscal.

El representante del Ministerio Público avaló así el sobreseimiento del caso para Cristina de Borbón al aseverar que "la Fiscalía, que representa al Estado, ni Hacienda, aquí supuestamente perjudicada, han determinado que no hay hechos que la inculpen". Asimismo, subrayó que "no es posible orillar" la aplicación de la Ley en este sentido "amparándonos en la manida frase 'Hacienda somos todos'". "No es posible que Manos Limpias supla el conocimiento ni la voluntad del perjudicado", remarcó Horrach, quien ha aseverado tajante que el Derecho penal "no está para discutir sobre pátinas, fachadas o pelajes" puesto que "las apariencias sólo son poses y espejismos".

Por su parte, la abogada del sindicato Manos Limpias, abogó por que la hermana del Rey continúe en el banquillo de los acusados para que "tenga la oportunidad de poder demostrar su inocencia, puesto que de lo contrario va a quedar socialmente estigmatizada". La letrada Virgina López Negrete manifestó durante su intervención en el trámite de cuestiones previas que si finalmente se aplica la doctrina Botín y, con ello, se sobresee la imputación de la Infanta, esto supondría un perjuicio para la Justicia española, ya que la Ley "no sería igual para todos", al tiempo que constituiría "un grave ataque a las instituciones del Estado".

Felipe VI vuelve a pararle los pies a su hermana

Mientras tanto, en la Casa Real, Felipe VI canceló su agenda matinal para no tener actos públicos y poder seguir atentamente el juicio de su hermana. No habrá fotos morbosas del Rey el día en que la Casa Real estaba en el ojo del huracán mediático en todos los rincones del mundo. Eso sí, el Rey sigue implacable con su "cordón sanitario" de la Institución y, según adelantó este lunes Antonio Rossi en Telecinco, abortó la visita a La Zarzuela que Doña Cristina pretendía hacer el pasado sábado para mantener un encuentro con él. Según el periodista, Don Felipe no le permitió regresar al Palacio y le prohibió la visita que tenía previsto realizar el sábado por la tarde para pasar allí la noche y salir de nuevo de viaje el domingo.