Nervios en Zarzuela: el fracaso de Rajoy tiene peligro para el Rey
Nunca antes el jefe del Estado se había visto en la tesitura de proponer a un candidato al Congreso a sabiendas de que será rechazado -si Baldoví está en lo cierto-. ¿Tendrá consecuencias?
El presidente en funciones está a la espera de su turno para acudir a la cita con el jefe del Estado. Mariano Rajoy será quien cierre la ronda de contactos este viernes. De esta forma Felipe VI conocerá de manera oficial la intención del candidato popular de presentarse a la investidura, como él mismo adelantó este jueves con un “evidentemente” antes de presidir en el Museo Nacional del Prado el acto de entrega de condecoraciones de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. Por su parte, Rajoy va preparado para escuchar “con suma atención” las reflexiones que pueda plantearle el Rey.
A estas alturas y este viernes, mucho más, el Monarca tiene encima de la mesa no sólo información sino “percepciones” suficientes para tener un dibujo muy aproximado de la realidad. En Zarzuela no sólo se siguen de manera sistemática y rigurosa todas las declaraciones públicas de los responsables políticos, sino que además se tienen otras fuentes de información y de análisis de la situación política. Con todo este bagaje, además de las puras matemáticas, el Rey y Mariano Rajoy mantendrán los que algunos en el PP consideran como el encuentro “más delicado” de cuantos se han celebrado entre el jefe del Estado y el ahora presidente en funciones.
Ya antes de que Rajoy confirmara que no renunciará al debate de investidura en el PP eran mayoría los que lo daban por hecho. “Sabe perfectamente que va al matadero, pero la impresión que tenemos es que ha llegado a la conclusión de que es algo que debe a los más de siete millones de ciudadanos que nos han votado”. Otros, menos, consideraban que innecesario “ofrecer a nuestros electores un ritual propiciatorio”.
En paralelo al Rey le han salido muchos portavoces en los últimos días, hasta el extremo de que el diputado de Compromís Joan Baldoví desveló este jueves que Felipe VI es partidario de lo establecido; es decir, encargar la formación de Gobierno al candidato de la lista más votada. Zarzuela, con buen criterio, ni desmiente ni confirma pero si se indica en medios próximos que “nadie puede evitar la interpretación de gestos o simples comentarios”. Lo que sí es seguro es que el Rey no ha adelantado a Baldoví ni a ningún otro interlocutor cuál va a ser su decisión final.
En medios próximos y solventes a La Moncloa se adelanta que desde la certeza de que la reunión “será tan cordial y respetuosa como siempre”, creen que va a ser un encuentro “muy importante y nada fácil”. Se confirma, asimismo, que Rajoy está preparando su eventual discurso de investidura pero recuerdan que la decisión última es del jefe del Estado. "Estas son las reglas constitucionales y a ellas se va a atener escrupulosamente Mariano Rajoy”. Se adelanta que el presidente en funciones “expondrá al Rey su análisis de la situación y desde luego será el primero en saber en vivo y en directo la postura del presidente. Ni a Rajoy ni al Rey se les escapa la dificultad de la situación, ni los apoyos o presuntos apoyos con los que cuenta cada cual y a partir de ahí es a Don Felipe y no a Pedro Sánchez a quien le corresponde decidir lo que haya que hacer”. Lo que vaya a ocurrir es una incógnita incluso para Rajoy, según “confesó” al falso presidente de la Generalitat en una broma radiofónica.
En Génova aseguran estar “preparados para todo, pero si alguna idea tenemos bien clara es la del respeto institucional, por eso sorprende que Pedro Sánchez se empeñe y obligue a Rajoy a acudir a la investidura cuando debería saber que no basta con que el candidato quiera. En esto es requisito indispensable que el Rey lo proponga y sea cual sea su decisión, el PP siempre, siempre la va a respetar y el Rey lo sabe”.
Al margen de las consideraciones de los partidos políticos queda en el aire un interrogante para el que nadie tiene respuesta. ¿Supondría desgaste a la institución de la Jefatura del Estado proponer un candidato que tiene garantizada su derrota?