Proponen un atajo al Rey para desatascar por las bravas la investidura

Con el culebrón de la gobernabilidad más complicada de la historia de la democracia española en pleno apogeo de dimes y diretes y declaraciones cruzadas Felipe VI comenzó este miércoles la segunda ronda de contactos con los partidos antes de proponer (otra vez) un candidato a la investidura para la Presidencia del Gobierno. El panorama es tan inédito como incierto y todo el mundo se pregunta qué pasará cuando el martes que viene culmine esta segunda ronda tras recibir de nuevo a Mariano Rajoy. ¿Volverá a proponerle que forme Gobierno? ¿Volverá Rajoy a negarse? ¿Qué pasará entonces? Para responder a esta pregunta, Pablo Casado ya ha dicho que el PP no va a hacer elucubraciones, pero lo cierto es que todo sigue estando en el aire: tan probable es que el líder del PP vuelva a negarse como que Felipe VI evite volver a pedírselo y Pedro Sánchez no parece dispuesto a ofrecerse voluntario.

Y en éstas, la diputada de Coalición Canaria en el Congreso, Ana Oramas, metió una nueva variable en la ecuación y dio otra vuelta de tuerca a una situación cada vez más compleja abriendo una nueva puerta. Y es que visto lo visto, Oramas planteó este miércoles al Rey la necesidad de cortar por lo sano y estudiar si existe alguna fórmula jurídica que permita convocar de nuevo elecciones generales sin que se celebre antes un debate de investidura. En caso de que esta vía no sea posible, planteó la posibilidad de que algún líder político dé el paso para que empiecen a correr los plazos, aún sabiendo que va a perder la votación.

Tras abrir la segunda ronda de contactos con el Monarca, la diputada canaria aclaró que, si bien no es el escenario preferido por su formación, habría que ir pensando en una solución que sacara al país de la situación de bloqueo en la que se encuentra si ningún candidato quiere someterse a la sesión de investidura por no tener garantizados los votos necesarios para ser elegido... y no parece ni que Rajoy ni que Sánchez estén dispuestos a sacrificarse, a juzgar por sus declaraciones.

De ahí la necesidad de que los servicios jurídicos del Estado y de las Cortes Generales estudien si existe algún resquicio que permita convocar de nuevo elecciones sin haber celebrado antes un debate de investidura, ya que el ordenamiento jurídico marca un plazo de dos meses para los comicios desde ese pleno de investidura, pero no acota los tiempos si no tiene lugar. Hasta ahora no había sido necesario porque nunca se había dado una situación como esta. La cosa es grave porque si no existiera ese resquicio legal podría darse el caso de un Gobierno en funciones dos o tres años si no hay ningún candidato que tenga el "gesto".

Como idea, Oramas planteó que podría tratarse de alguien que no fuera a repetir como candidato en las siguientes elecciones como voluntario para "hacer un servicio por este país". De momento, lo que hay es que Mariano Rajoy ratificó este mismo miércoles su intención de volver a ser candidato si hay nuevas elecciones y Pedro Sánchez parece dispuesto a cualquier cosa con tal de llegar a La Moncloa pero no sin antes ver caer al líder del PP. Veremos si esta nueva puerta arroja un poco de luz.