Patinazo antológico de los "visionarios" de la izquierda con Cristina
La Audiencia Provincial de Baleares tumbó la doctrina Botín demostrando que Hacienda sí somos todos y que todos somos iguales ante la ley, pero en el camino quedan mucho barro y mucho ruido.
Este viernes la Justicia española demostró que el "todos somos iguales ante la ley" es algo más que un simple eslogan, como diría la abogada del Estado en el Caso Nóos sobre el "Hacienda somos todos" y en contra de lo que pensaba una parte de la población (según las encuestas publicadas por los medios en todo este tiempo), la Infanta Cristina no sólo no se librará del peso de la ley sino se sentará en el banquillo y será juzgada como una ciudadana más, con sus derechos y sus obligaciones.
Así lo confirmó la Audiencia Provincial de Baleares al tumbar la posibilidad de que la hermana del Rey se acoja a la doctrina Botín. Atrás quedaron años de declaraciones y augurios de esa parte de la izquierda republicana y populista que pronosticaba que se "iría de rositas", la frase literal que dejó caer el líder de IU, Alberto Garzón, para defender que los "aparatos del Estado" estaban maniobrando para que Doña Cristina se librara del Caso Urdangarín.
Los que primero dudaban incluso de que llegara a ser imputada, dudaban después de que la imputación fuera algo más que un teatrillo y el propio Pablo Iglesias, cuestionaba que la labor de los togados fuera a llegar a ninguna parte desde su programa La Tuerka antes de aspirar a ser vicepresidente del Gobierno y moderar mucho sus palabras sobre la Casa Real.
Años de especulaciones de tertulianos de la denominada izquierda mediática asegurando que todo era una farsa y que quedaría en nada, editoriales de columnistas afines, asociaciones de Abogados Progresistas apostando en las redes sociales que "la hermana del Rey se irá de rositas y aventurando que la "la Justicia es para los roba gallinas", se centraron posteriormente en la doctrina Botín para asegurar que, ahí sí, la Infanta Cristina pondría fin a su periplo judicial y se libraría del juicio.
No eran pocos los que este viernes se acordaban de estos negros augurios en las redes sociales e ironizaban con el asunto entre bromas y veras:
Un castillo de naipes que este viernes se derrumbó cuando el abogado de la hija de Juan Carlos I, Miquel Roca, confirmó que ya no hay nada más que hacer y que según la resolución de la Audiencia la esposa de Iñaki Urdangarin deberá sentarse en el banquillo, ya que no se pueden presentar más recursos hasta la sentencia. A pesar de los negros augurios de algunos sectores de la izquierda populista, toda una Infanta de España será sometida a un juicio justo y público y lo que tenga que decir, señaló su abogado, "es muy sencillo. Ya lo verán".
Eso sí, Roca aprovechó para lamentar la "pena de banquillo" a la se ha sometido a su defendida porque la reciente resolución de la Audiencia se aparta de la literalidad de la ley y de la doctrina consolidada del Tribunal Supremo --en alusión a la doctrina Botín-- para recoger las tesis de Manos Limpias.