Gora ETA en los títeres para niños del Carnaval de Madrid
La reacción de los padres que acompañaban a sus hijos en la representación alertó a la Policía que intervino en la obra y puso fin a la exaltación del terrorismo.
Imagen del cartel expuesto durante la obra de teatro infantil.
Era la primera vez que el Ejecutivo de Manuela Carmena organizaba los actos para celebrar el Carnaval y como ocurrió con la Cabalgata de Madrid el desastre fue mayúsculo. Lo peor es que esta vez la "carmenada" cruzó la raya de lo legal con un espectáculo infantil en el que dos titiriteros sacaron una pancarta en la que se leía: "Gora ALka-ETA". Un error más que se une a la larga lista de pifias de Manuela Carmena y su marca blanca de Podemos al frente del Ayuntamiento de Madrid. Llama la atención que sea ella, la que fuera juez de vigilancia penitenciaria encargada de los presos de ETA, la que se acerca ahora a este tipo de grupos que se reconocen anarquistas y con influencia etarra en Madrid, la ciudad más sacudida por la banda del terror tras San Sebastián y Bilbao.
Los dos miembros de la compañía Títeres desde Abajo fueron detenidos tras la denuncia de los padres asistentes que llamaron a la Policía al presenciar el ahorcamiento a un juez, el apuñalamiento de una monja, la muerte de un policía y una violación dentro de la obra La Bruja y Don Cristobal.
Los titiriteros desmintieron ante los agentes la afirmación de la Concejalía de Madrid que aseguró no haber revisado previamente la obra que expusieron dentro de las actividades diseñadas por la Dirección de Programas y Actividades Culturales y que contó con otras 15 actividades. La responsabilidad recae sobre la polémica concejal del equipo de Manuela Carmena, Celia Mayer, que esta semana participó en la purga a los monumentos históricos de la capital.
Según el relato de los padres, los dos detenidos explicaron a los niños que tenían que ocupar las casas vacías. Después sacaron una pequeña soga y colgaron un títere que representaba a un juez. A pesar de los abucheos de los asistentes la función continuó hasta que llegó la Policía.
La obra contaba con el subtítulo A cada cerdo le llega su San Martín y se estrenó por primera vez el pasado 29 de enero en la Biblioteca Social Libre Albedrío de Granada. Las últimas actuaciones de la compañía fueron en centros ocupas como el Centro Social Autogestionado La Ardilla Roja (Cuéllar, Segovia), el Centro Social Recuperado Gamonal (Burgos), en la iniciativa Otoño Libertario, en el Centro Social Ocupado A Kasa Negra (Orense) o en el CSO A Quinta da Carmiña (Vigo).