Cospedal tiene un plan para sobrevivir a Rajoy y al marianismo

Tantas ganas tienen los socialistas de Emiliano García-Page de quitarse de en medio a María Dolores de Cospedal que cuando Esperanza Aguirre anunció su dimisión como presidenta del PP de Madrid a la portavoz del PSOE en las Cortes regionales, Blanca Fernández, le faltó tiempo para pedir la suya.

Pero en Castilla-La Mancha van a tener Cospedal para rato, siempre y cuando se cumplan sus planes. Porque Cospedal quiere y va a luchar por sobrevivir a Mariano Rajoy... y al marianismo.

Quien más y quien menos, en el Partido Popular ya todos están pensando en la nueva etapa que se abrirá después de Rajoy. Más pronto si Pedro Sánchez gobierna; más tarde si se convocan nuevas elecciones. Pero inevitable en cualquier caso. Y, aunque a día de hoy todos los actores principales siguen escondiendo sus cartas, ya hay ciertos movimientos.

Se barrunta en el PP que con Rajoy tendrá que irse parte de su guardia de corps de estos años en aras de una renovación en profundidad. A diferencia, por ejemplo, de lo que le ocurrió a Rajoy: muy a su pesar José María Aznar le dejó en herencia a Ángel Acebes como secretario general y a Eduardo Zaplana como portavoz en el Congreso. No fue hasta 2008 cuando pudo conformar su auténtico equipo.

Se avecinan vientos de cambio en el partido y, sin embargo, la secretaria general del PP, fiel escudera que en estos casi ocho años ha mostrado una lealtad inquebrantable a Rajoy, quiere reciclarse para no morir.

Cospedal sabe que sus días como número dos del PP acabarán en el próximo Congreso nacional del partido (aún sin fecha), y tampoco tiene esperanzas de poder suceder a Rajoy en el corto plazo. Pero quiere seguir liderando el PP de Castilla-La Mancha, como así lo ha empezado a hacer saber en petit comité, según ha sabido ESdiario.

Sus planes pasan por presentarse al Congreso que el PP castellano-manchego celebrará en unos meses porque está convencida de que, en las elecciones autonómicas de 2019, puede vencer a García-Page y recuperar el Gobierno regional para los populares (en 2015 ganó pero se quedó a un escaño de la mayoría absoluta).

A su favor juegan dos factores. En el plano interno, en el PP de Castilla-La Mancha su liderazgo no se discute. Durante estos años se ha preocupado y ocupado de rodearse de fieles y ha laminado cualquier otro personalismo, de forma que no hay a día de hoy nadie que le pueda hacer sombra.

En el plano externo, los populares auguran muy mal futuro al acuerdo de García-Page con Podemos. Por lo pronto para que los de Pablo Iglesias acepten sus Presupuestos de 2016, el presidente castellano-manchego ha tenido que tragar con recortar la educación concertada (a la que acuden sus hijos) y pedir la supresión del Concordato con la Santa Sede. Unos Presupuestos a los que precisamente este miércoles Cospedal anunció la presentación de una enmienda a la totalidad.

Así que sí, ella está convencida de que, pese a haber sido una de las principales caras del marianismo, puede sobrevivir a él.