Rivera aguanta en su escaño las chanzas de Moragas y Ayllón por apoyar a Sánchez
El líder de Ciudadanos tuvo que aguantar las recriminaciones en buen tono realizadas por los dos diputados del PP vecinos a su escaño. Pero hasta los aplausos tuvieron mucho qué decir.
Albert Rivera ha pagado su apoyo a Pedro Sánchez en el hemiciclo. Mientras que el candidato socialista desgranaba su discurso entre pullas a Mariano Rajoy y Pablo Iglesias y propuestas, el líder de Ciudadanos tenía que aguantar los reproches en buen tono de los diputados populares Jorge Moragas y José Luis Ayllón, sus vecinos de escaño.
Con Sánchez entregado a enumerar los acuerdos, el director de gabinete de Mariano Rajoy y el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, pusieron a Rivera en un brete con sus chanzas sobre el pacto alcanzado entre el PSOE y Ciudadanos.
No fue el único momento curioso que tuvo como protagonista al dirigente naranja. Desde la bancada de Podemos Pablo Iglesias, Iñigo Errejón e Irene Montero rompieron a aplaudir con ánimo jocoso cuando Sánchez daba las gracias a Rivera por su actitud favoreciendo el pacto.
No obstante el grupo parlamentario de Ciudadanos no aplaudió en ningún momento el discurso de Sánchez. Pese a todo, Rivera se acercó a saludar al socialista y estrechar su mano tras finalizar sus palabras.
La polémica de la tarde entre ambos dirigentes se produjo a cuenta de una omisión clamorosa en la intervención del líder socialista. Éste llevaba escrito un párrafo relativo a la supresión de las diputaciones que se saltó. En concreto se suponía que debía decir:
"Aprobaremos una nueva Ley de Financiación Local y procederemos a la creación de Consejos provinciales de alcaldes, en sustitución de las viejas Diputaciones". Pero se lo calló.
El magro apoyo de Ciudadanos
Eso sí, si no hubo aplauso final por parte de Ciudadanos al menos el portavoz parlamentario naranja, Juan Carlos Girauta, fue el único grupo fuera del socialista que apuntó una "valoración positiva" del discurso de Sánchez.
De hecho, fue el único grupo que le dio esa alegría al PSOE considerando que "propuestas muy queridas por Ciudadanos" se habían escuchado por primera vez en el hemiciclo.
En ese sentido, Girauta señaló cuestiones como las relaciones laborales o el pacto por la educación como propuestas de un gobierno "reformista". Fue el único apoyo que encontró Sánchez en una tarde a su mayor gloria.
Unanimidad total
Por lo demás, fuera de naranjas y socialistas la unanimidad fue tan total que hasta el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, reconoció estar de acuerdo con el del PP, Rafael Hernando, en valorar la intervención de Sánchez.
Por su parte, Podemos, a través de Iñigo Errejón, también criticó el discurso del socialista aunque dejó la puerta abierta a una segunda ronda de negociaciones en un hipotético fracaso de la investidura de Sánchez.