Estupor en el PP: Albert Rivera intenta que los populares se deshagan de Rajoy

La más que probable investidura fallida de Pedro Sánchez una vez que el viernes se celebre la segunda votación deja una pregunta en el aire para todos los partidos: ¿Y ahora qué? Dadas las escasas probabilidades de que Felipe VI convoque inmediatamente una nueva ronda de contactos, a los partidos corresponde iniciar una nueva ronda de negociaciones entre ellos.

Mariano Rajoy sigue dispuesto a intentar un acuerdo con Ciudadanos y el PSOE a partir del lunes 7, pero el debate de este miércoles ha servido a los populares para constatar algo de lo que ya tenían sospechas más que fundadas: Albert Rivera ha desechado a Rajoy como interlocutor; no quiere ningún pacto con el PP mientras él esté al frente. No obstante desde su entorno aseguran que en público nunca pedirá la cabeza del líder de los populares.

En la bancada del PP sorprendió la dureza empleada por el líder de Ciudadanos sin venir a cuento, puesto que no era Rajoy sino Sánchez el candidato a la investidura y aun así le dedicó una de sus tres intervenciones íntegra. Había en las filas populares quien hablaba de "ensañamiento" a la salida.

A él se dirigió directamente Rivera: para decirle: "Usted no puede encabezar esa nueva etapa política". Y a la Cámara y a los españoles para preguntar: ¿Alguien en España cree que el señor Rajoy va a ser el azote contra la corrupción si no ha limpiado su casa? Directo al mentón.

Tanto que en los pasillos un miembro de la dirección del PP reflexionaba sobre el peligro de que los españoles hayan percibido ese nulo entendimiento entre Rivera y Rajoy, ahora que parece -aquí todo cambia de la noche a la mañana- que "los puentes" entre Sánchez y Pablo Iglesias están rotos. "Albert quiere pasar a la historia como el hombre que retiró a Rajoy, quiere cobrarse esa pieza de caza mayor", señalaba un diputado marianista.

La indignación del PP con la actitud de Rivera fue incluso tema de conversación en la comida que Rajoy mantuvo en un restaurante de la cercana calle Prado con algunos de sus más cercanos: Soraya Sáenz de Santamaría, María Dolores de Cospedal, Jorge Moragas, Rafael Hernando, José Antonio Bermúdez de Castro y José Luis Ayllón.

Según fuentes de la misma consultadas por ESdiario, varios de los comensales se quejaron de la agresividad innecesaria -según ellos- del líder de Ciudadanos. No obstante Rajoy no quiso entrar demasiado en ello y sí saber, por contra, qué tal había recibido la bancada del PP su discurso (como una inyección de orgullo y moral).

Hubo un tiempo en que el PP consideró a Ciudadanos su aliado natural, votos de sus votantes. De hecho antes y aun después de las elecciones los populares hacían números dando casi por descontado el apoyo de C´s.

Sin embargo, en las últimas semanas, y sobre todo tras el acuerdo entre el PSOE y C´s, Rivera ha endurecido mucho su tono contra Rajoy, que no tanto contra el PP. El lunes, en una entrevista en TV3, no dudó en afirmar que Rajoy "es el problema". "No quiere irse".

Ello no es óbice para que en privado, según le consta a este diario, el líder de Ciudadanos venga reconociendo que, si hay nuevas elecciones, lo mejor que le puede pasar es que sea Rajoy quien encabece nuevamente la candidatura del PP. Pero sólo si hay comicios el 26 de junio.