Seis exempleados del PSOE desmontan el cinismo socialista con la reforma laboral
Sería de broma que el partido utilizara la reforma del PP que tanto ha criticado y que ha prometido derogar para despedir y tacañear indemnizaciones a su propia plantilla, pero es cierto.
El martes 8 de marzo, mientras Pedro Sánchez festejaba el Día Internacional de las Mujeres pancarta en mano, en el Juzgado de lo Social número 32 de Madrid, no muy lejos de la sede socialista de Ferraz, apenas un puñado de personas asistía a la máxima escenificación del cinismo del PSOE en general y de su líder en particular con la reforma laboral.
Allí estaban citados para un acto de conciliación ante la magistrada Luisa Álvarez Castillo seis extrabajadores del Partido Socialista de Madrid de una parte, la demandante; y, de la otra, la demandada, el Partido Socialista Obrero Español.
Aquella mañana, en una sala del número 3 de la calle Princesa se resolvió el conflicto laboral que durante 13 meses habían mantenido estos seis expleados del PSM con el partido nacional. Debido a que el PSOE, el de la O de Obrero, no quería pagarles mayor indemnización que una de 20 días por año trabajado, amparándose en la vilipendiada reforma laboral del PP. Ésa que el mismo día en que Sánchez y Albert Rivera firmaron su pacto el socialista se apresuró a dar por derogada en cuanto él ponga un pie en La Moncloa.
Los hechos se remontan al 12 de febrero de 2015, cuando Sánchez echó a Tomás Gómez del PSM y hasta ordenó cambiar la cerradura de su despacho en la sede del PSM en Callao. Como daños colaterales, once trabajadores contratados por Gómez en régimen de obra y servicio recibieron un burofax de Ferraz en el que se les comunicaba que estaban despedidos.
Resultó que el PSOE, el azote de la reforma laboral de Mariano Rajoy, se amparó en ella para ofrecer esos 20 días por año. Pero aún hay más: dos días antes de hacer esa oferta a los despedidos, el partido elaboró y colgó un vídeo en su página web contra la normativa laboral. Éste:
En él el secretario general del partido decía textualmente: "Vamos a poner fin a la reforma laboral y vamos a aprobar cuando empecemos a gobernar un nuevo estatuto de los trabajadores que recupere los derechos perdidos durante esa reforma laboral que cierre las puertas al despido, que frene la pobreza laboral, que cree empleo digno".
Cinco de los empleados apartados del PSM aceptaron el finiquito, pero los seis restantes decidieron emprender acciones legales para reclamar una indemnización mayor por despido improcedente. Y han ganado la partida. En ese acto de conciliación el PSOE accedió a pagar entre 45 y 33 días por año trabajado para evitar ir a juicio. Y, de paso, el escándalo que habría supuesto para un partido que presume de ser el que más y mejor defiende a los trabajadores.