El relato de un exasesor que no se corrompió sacude al PP: "Siento vergüenza"
Jesús Gordillo, uno de los cuatro trabajadores del grupo municipal de Rita Barberá que se negaron a participar en el presunto blanqueo, ha hablado por primera vez en Antena 3 con crudeza.
Cuando en marzo de 2015 a Jesús Gordillo le pidieron que donara 1.000 euros al grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Valencia y que a cambio recibiría 500 euros y él se negó porque vio claro el blanqueo de capitales, su vida cambió.
A Gordillo, entonces asesor de Alfonso Grau -el número dos de Rita Barberá en el Consistorio-, le presionaron para que entrara en el juego, le acusaron de no ser leal a las siglas del PP e incluso le amenazaron con que su acto de rebeldía tendría consecuencias.
Y vaya si las tuvo. Cuando en el mes de junio se le acabó el contrato se fue al paro. Y ahí sigue, mientras aquellos de sus antiguos compañeros que sí pasaron por el aro continúan trabajando en el Consistorio.
Gordillo es uno de los cuatro exasesores del Ayuntamiento de Valencia que dijeron "no". Él y Nuria Diego, Arantxa Martí y Patricia Iserte. Este jueves por primera vez ofreció su testimonio en Espejo Público, uno que ha puesto patas arriba el grupo municipal de Barberá. Cuyos miembros se negaron este miércoles a renunciar a sus actas de concejales a pesar de los intentos de la presidenta del PP de Valencia, Isabel Bonig.
Gordillo narró con todo lujo de detalles lo que se cocía en el Ayuntamiento de Rita Barberá: "Nos dijeron a tres compañeros que teníamos que hacer una transferencia de 1.000 euros a la cuenta del PP y después Mari Carmen García Fuster (secretaria del Grupo Popular y amiga de la exalcaldesa) nos devolvería los 1.000 euros en dos billetes de 500. Yo no vi claro eso y me negué a hacerlo", confesó tras haber declarado como testigo en el Caso Taula.
Puesto que le sonaba a "blanqueo de capitales", Gordillo dijo que no iba a hacerlo porque "donde no voy a estar es en la cárcel por esto". No era el único que sospechaba y, según su testimonio, "los rumores que había es que como alguien hablara, saltaría todo". De hecho, tanto él como los otros compañeros a los que se lo propusieron se plantearon denunciarlo pero "por represalias o cobardía, no lo hicimos". Además, se preguntó en voz alta, "qué pruebas tenía yo".
En realidad fueron cuatro las personas que se negaron a este supuesto blanqueo de dinero, si bien sólo él se ha atrevido a dar la cara en público porque todavía, a día de hoy, hay "mucho miedo". "Es de vergüenza. Me afilié al PP hace unos 25 años, y ahora esto... no creo que la ciudad lo merezca y sería incapaz de ir a trabajar así". En verano se dio de baja como militante del PP, asqueado con su partido. "Siento vergüenza. No puedo estar en esta cosa, esto no tiene defensa".
En cuanto a Rita Barberá, Gordillo se limitó a expresar su opinión personal al asegurar que García Fuster "no podía actuar por libre" sin que la exalcaldesa lo supiera.