La Legión deja mudos a los socialistas más sectarios con esta hoja de servicios
Los hechos no mienten. La inquina de algunos socialistas contra la presencia legionaria en las procesiones se da de bruces con el uso que hizo el PSOE de este Cuerpo en conflictos externos.
La causa común realizada por algunos políticos vinculados al PSOE con representantes de Podemos y sus marcas blancas respecto a los desfiles militares en las procesiones de Semana Santa ha generado un sordo enfado en ciertos ámbitos uniformados y en algunas asociaciones de veteranos.
Con todo, fuentes del Ministerio Defensa valoran que la presencia de público en las mismas debería hacer reflexionar a quienes no han dudado en usar la brocha gorda para las críticas.
El blanco más destacado de esos dardos ha sido la Legión, ligada de forma tradicional a la procesión del Cristo de Mena o de la Buena Muerte en Málaga. Un "bombardeo" que no sólo ha tenido como objetivo al Cuerpo sino también a sus veteranos, contra los que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, abrió el fuego como parte de su sectarismo contra los militares.
Pero los dardos de la nueva política morada -el propio Pablo Iglesias llegó a mentar al fundador del Tercio de Extranjero, José Millán Astray, en el Congreso- han escocido menos que los enviados por algunos representantes socialistas como los alcaldes de Palafolls, Valentí Agustí, y de Hospitalet, Nuria Martín. El primero, incluso, llegó a comparar la presencia de veteranos legionarios con la de "nazis". Para rizar el rizo, un exconsejero autonómico asturiano se permitió comparar la procesión del Cristo de la Buena Muerte con un acto del Estado Islámico.
La obsesión de algunos socialistas con la Legión no se corresponde con la política del PSOE en los años noventa
Fuentes militares consultadas por ESdiario recuerdan que el PSOE no tuvo inconveniente en enviar a la Legión a un destino "complicado" como el de la antigua Yugoslavia en 1992. El grueso de la Agrupación Málaga estuvo conformada por legionarios que se integraron en los cascos azules de la ONU. Después, en los sucesivos reemplazos siguió habiendo representación de la Legión con la Agrupación Canarias y posteriores despliegues vinculados a la SPFOR y KFOR de la OTAN.
Los mismos que hoy desprecian o demonizan a la Legión y a sus veteranos olvidan el ejemplo del teniente legionario José Luis Monterde Maldonado, que en abril de 1993 salvó la vida a 171 croatas perseguidos por las milicias musulmanas cuando su sección se negó a entregarlos. De "verdadero héroe" fue considerado por el portavoz de la misión Unprofor.
Fuentes militares recuerdan los elogios socialistas a dos tenientes legionarios por sus acciones en la exYugoslavia
No es el único ejemplo. Apenas un mes más tarde, en mayo de 1993, el teniente legionario Arturo Muñoz Castellanos cayó herido por una granada de mortero en Mostar cuando intentaba rescatar a un herido. Sus hombres y él transportaban plasma y medicamentos para el hospital musulmán de la ciudad.
La muerte de Muñoz tras su traslado a Madrid supuso la primera muerte española en la Guerra de los Balcanes. El Rey y su hijo, el entonces Príncipe Felipe, mostraron su consternación al igual que el Gobierno socialista, cuyo presidente, Felipe González, elogió la labor de los militares españoles.
También lo hicieron otros miembros del Ejecutivo como Julián García Vargas o Javier Solana. "Es una víctima de la defensa de los derechos civiles", llegó a asegurar el vicepresidente Javier Solana. Incluso Julio Anguita elogió la labor del fallecido.
Más de veinte años después algunos que se reclaman sus discípulos -de unos y de otros- han preferido olvidar aquellos hechos para enlodar a la familia legionaria. Con escaso éxito, por cierto.