El último ataque marrullero contra la Legión por la Semana Santa llega a Madrid

Sigue la gota malaya de una parte de la izquierda contra la presencia militar en la Semana Santa. Después de los ejemplos de críticas por parte de Podemos y PSOE, el último ejemplo lo ha puesto una de las "confluencias" de la formación morada, Compromís, que quiere debatir en el Senado dicha presencia.

A través de su senador Carles Mulet, la formación de Mónica Oltra ha pedido explicaciones a Defensa e Interior sobre la participación de miembros de las Fuerzas Armadas -en especial de la Legión- y de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en las procesiones. Obviamente, con un objetivo claro: vetar su presencia.

Para justificar la petición, Compromís se agarra al único ejemplo controvertido de toda la Semana Santa: el del desfile de la Banda de Guerra del I Tercio Gran Capitán en Antequera (Málaga), en el que uno de sus participantes habría estado bajo efecto de sustancias tóxicas.

Compromís toma una parte por el todo en su ofensiva contra los militares

Eso da pie a Compromís para acusar de un consumo elevado de alcohol y de drogas y para tildar de espectáculo "entre lo provocador y lo rancio" porque hay gritos a favor de la unidad de España y de la religión.

El sectarismo de los de Oltra llega a tal punto que resucita viejas polémicas en las que una parte es tomada por el todo haciendo alusión a presencia de simbología neonazi entre los legionarios o invocando un vacío en el servicio por la presencia de miembros de las FSE en los desfiles.

La cuestión es clara: continuar agitando la ofensiva contra la participación de uniformados en la Semana Santa aunque forme parte de tradiciones arraigadas.