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La "sentencia" de Iglesias con la juez imputada abre una nueva brecha en Podemos

Ni cumplimiento del código ético de Podemos ni asomo de la tan cacareada democracia interna. Pablo Iglesias ha decidido imponer en las listas a Victoria Rosell, sin consultar a sus bases

Pablo Iglesias arropa a Victoria Rosell

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Miguel Blasco

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El liderazgo cada vez mas autoritario y personalista de Pablo Iglesias esta generando en los últimos días un malestar creciente en un sector de Podemos, el vinculado a su portavoz parlamentario, Iñigo Errejón, que ya alzó la voz tras la decisión personal de Iglesias de cesar hace unas semanas al secretario de Organización de la formación morada en Madrid, Sergio Pascual, uno de los más próximos a Errejón.

El último incendio en Podemos se ha producido este miércoles cuando Iglesias anunció su intención de que la jueza Victoria Rosell vuelva a encabezar la lista de la formación en Las Palmas pese a haber sido imputada esta misma semana por el Tribunal Supremo, que le acusa de un delito de prevaricación en una causa nacida tras una denuncia del ex ministro de Industria, José Manuel Soria.

Ese sector ya consideró una triquiñuela impropia de un partido que se presenta como regenerador que Iglesias introdujera a Rosell en la lista de los once representantes de Podemos en la Diputación Permanente del Congreso, el órgano rector de la Cámara entre legislaturas. La Permanente conducirá el Parlamento hasta las elecciones del 26 de junio. Sus miembros están aforados y sólo pueden ser encausados por el Supremo.

Imputada por prevaricación, Iglesias considera "ejemplar" el comportamiento de la jueza y "un honor" que repita en las listas

Algunos dirigentes de Podemos consideran que Iglesias tomó esta decisión sobre la que es su candidata para ocupar el Ministerio de Justicia conocedor -la Diputaciòn Permanente se constituyó el pasado día 20- de que Rosell iba a ser imputada de forma inminente, tal como sucedió seis días más tarde, el 26. Finalmente, la jueza renunció a permanecer en el órgano parlamentario pero no a volver a concurrir en las listas por Las Palmas.

Lo paradójico, sin embargo, es que cuando Iglesias decidió incluir a Rosell en el órgano que proporciona el aforamiento violó el apartado C del artículo XI del Código Etico de Podemos. "La renuncia a cualquier privilegio jurídico o material derivado de forma directa de la condición de representante, proveyendo desde la responsabilidad del cargo público evitar el acogimiento a cualquier figura de aforamiento judicial", afirma este artículo. Pero más claro aún es el apartado G, que reclama "el compromiso de renuncia al cargo público, interno del partido o a cualquier candidatura a los mismos en caso de ser imputado, procesado o condenado".

Pero Iglesias pretende que, imputada, Rosell sea candidata. "Su comportamiento está siendo ejemplar y para nosotros es un honor que esté y siga estando a nuestro lado. Nuestra voluntad es que por supuesto sea candidata y estoy convencido de que será la mejor candidata para ganar las elecciones en Canarias", ha dicho.

Sin embargo, el diputado de Podemos, Alberto Rodríguez, aseguró este jueves que si los tribunales ratifican la imputación de Victoria Rosell deberá irse y abandonar las listas del partido ."Si el tribunal que sea decide que Victoria Rosell sea imputada por cualquiera de los hechos de los que se la acusa, evidentemente no podrá formar parte de la lista y no podrá ir en la candidatura", aseveró-.

Sobre la dimisión en bloque de la dirección de Podemos en La Palma, sostuvo que aunque no tiene "responsabilidad orgánica" sí le "interesa qué es lo que ocurre en la circunscripción con la que me presento".

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