Podemos veta y lincha a Inda mientras en Venezuela confirman el pago a Iglesias

Este fin de semana hemos asistido a un nada gratificante espectáculo de linchamiento a un medio de comunicación y a un periodista, Eduardo Inda, por revelar unas informaciones que vinculaban a Pablo Iglesias con un cobro de más de 27o.000 dólares, realizado por el gobierno venezolano de Nicolás Maduro en un paraíso fiscal.

La noticia corrió como la pólvora y provocó la reacción inmediata de los seguidores de Podemos que diseñaron una campaña en la red contra el periodista, un habitual blanco de las iras de las huestes podemitas. La reacción, incluso, ha orquestado un boicot al programa La Sexta Noche, en la que tenía anunciada su presencia Eduardo Inda. Un hecho desde luego censurable porque en un Estado de Derecho si no se está de acuerdo o alguien se siente difamado por una información tiene el recurso de acudir a la Justicia, pero boicotear es pisotear el derecho a la libertad de expresión recuerda comportamientos de regímenes totalitarios.

El veto de Podemos fracasó: La Sexta Noche se apuntó un nuevo éxito con 1.153.000 espectadores y llegando a un 9,7% de share

Pero, para triunfo de la libertad de expresión y disgusto de los pretendidos boicoteadores, pese al especial empeño puesto desde los afines a Podemos, curiosamente el programa, al que le debe mucho Pablo Iglesias, se ha alzado con el tercer puesto de la noche del sábado entre todas las cadenas de televisión, apuntándose así un nuevo éxito con 1.153.000 espectadores y llegando a un 9,7% de share. Tiro errado esta vez por los polemistas tan expertos en controlar la llamada audiencia social.

Una cortina de humo en España mientras mientras el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos, ha confirmado el pago a Pablo Iglesias

En la gestión de la información y reacciones al caso de la supuesta “donación” de más de 200.000 euros a Iglesias se ha producido una vuelta de tuerca más protagonizada por quienes parece que no acaban por asumir lo que representa la libertad de información. Hemos visto estos días insultos personales al periodista, aspavientos de Carolina Bescansa anunciando en directo en La Sexta la inmediata interposición de una querella como único argumento, pero incapaz de negar la información, y campañas de desprestigio al periódico que dirige Inda orquestadas no ya por twitteros beligerantes sino por medios de comunicación más preocupados en analizar la veracidad del documento -como forenses del CSI- que en conceder el beneficio de la duda a la información publicada.

Estamos ante una cortina de humo. Porque mientras se subía un peldaño en los ataques a la libertad de información, se vejaba al medio en cuestión que dirige Inda, se atacaba al periodista o algunos se empeñaban en darnos un master acelerado sobre photoshop; mientras todo eso ocurría ni Iglesias ni nadie de Podemos ha podido aclarar la existencia o no de esa millonaria donación del régimen chavista venezolano. Seguimos a la espera. La presunción de veracidad se ha pisoteado con el único argumento del ruido, el insulto o un, por suerte, infundado boicot a un medio de comunicación, como antes se ha hecho con otros, ahora sorprendentemente incómodo para Podemos y sus adláteres.

Y todo eso mientras el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Henry Ramos Allup, ha confirmado la información publicada por el diario de Inda sobre el pago de 272.525 dólares ordenado por el Gobierno de Nicolás Maduro al líder de Podemos, Pablo Iglesias.