Las cuentas del PP: la alianza que asusta agitará el voto de centroderecha
Bajo el antiguo lema acción-reacción, el PP considera que la movilización que la extrema izquierda quiere lograr con la alianza Podemos-IU tendrá su contrapartida en el centroderecha.
Mariano Rajoy, en un acto preelectoral en Logroño
El acuerdo entre Pablo Iglesias y Alberto Garzón obliga a los demás partidos a repasar sus previsiones electorales. También al PP que aún cuando da por seguro que será la primera fuerza política, a día de hoy no tiene la seguridad de poder llegar a la mayoría absoluta con la suma de Ciudadanos. De acuerdo con los últimos datos que se manejan en Génova, “vamos subiendo poco a poco. No es descabellado pensar que podamos llegar al 30%”. Esta estimación viene dada de los datos que van llegando al comité de dirección de campaña de una encuesta que estará ultimada a finales de esta misma semana.
Pese a salir en posición de ventaja en relación a las demás formaciones políticas, nada de lo que ocurra en el panorama político es indiferente a la hora de realizar hipótesis y manejar expectativas. Hasta el momento, dos circunstancias han sido y son motivos de preocupación en el PP. Por un lado, la abstención, ya que son conscientes de que “los ciudadanos están cansados y el 26-J no es la mejor fecha para las elecciones” y, otro, del que ya se dio cuenta en estas mismas páginas, el escenario judicial por asuntos relacionados con la corrupción.
A estas dos circunstancias que continúan vivas, ahora hay que añadir los eventuales efectos del acuerdo alcanzado entre Garzón e Iglesias. En Génova se ve prácticamente imposible que esta coalición “pueda darnos el sorpasso a nosotros. Está claro—se indica desde la dirección nacional del PP—que Iglesias tiene como objetivo prioritario cargarse al PSOE, pero no es cierto que sólo vayan a hacer daño a los socialistas. También nos puede afectar a nosotros a la hora de contar los restos”. Esto podría ocurrir, por ejemplo, en Granada en donde el PP perdió un escaño por 300 votos, y en un par de provincias mas. De esta posible afectación no se libraría Ciudadanos que ya el 20-D vió como por muy pocos votos perdió un escaño a favor de Podemos.
"Movilización máxima"
Como receta para conjurar cualquier amenaza, el PP no cree que haya otra mejor que “la movilización máxima de nuestro electorado natural. Buena parte se ha quedado en la abstención, pero en esta ocasión, creemos que las cosas van a ser distintas. Para nosotros—reconoce a ESdiario, Fernando Martínez Maillo, secretario de Organización del PP—el acuerdo IU-Podemos nos viene muy bien, en el sentido de que esa coalición moviliza a nuestra gente”.
Y aquí radica buena parte el ambiente de moderado optimismo que se respira en Génova cuyos estrategas ya dan por hecho que la campaña, con el acuerdo Garzón-Iglesias, “necesariamente se va a polarizar entre la izquierda surgida de ese acuerdo y nosotros”, según estimaciones del equipo de campaña que dirige Jorge Moragas.
Entre los responsables de campaña, se sostiene que es muy pronto para realizar “estimaciones medianamente ajustadas a la realidad. Esta por ver que IU y Podemos, juntos sumen más escaños, que no votos, que el 20-D, hay que ver la participación que se puede dar y algo muy importante como es ver como se van a manejar en campaña tanto Ciudadanos como el PSOE, que, en este momento, la impresión que tenemos es que han quedado en tierra de nadie”.
Al margen de especulaciones y del nivel de optimismo que cada cual tiene en Génova, la convicción más compartida es que “esta vez si gobernamos y lo haremos con el PSOE, que no será el PSOE de Sánchez, sino otro PSOE”.