Las exigencias para el debate, la chulería de Rivera y los temores del PSOE
La campaña ya ha arrancado con algunas novedades. El día 26 una firma británica adelantará los resultados. Mientras tanto, los cuatro partidos diseñan la estrategia para la cita del lunes.
El próximo día 26 de junio una agencia internacional con sede en Londres emitirá los resultados de una encuesta que prácticamente calcarán los que, definitivamente, saldrán de las urnas ese mismo a las once de la noche. Desde fuera de España se romperá así una estúpida ley que impide todavía hoy publicar sondeos el en la semana antes de las elecciones. Algo hemos adelantado con esta repetición.
Si hoy, a quince días del 26, se celebrarán las enésimos comicios generales de España, la sentencia sería, con gran certeza doble: primera, el ganador lo hará por penaltis, como en el Real Madrid en la Champions, en el último minuto; segunda, ya no hay más que dos contrincantes, como en la final futbolística. Dicho gráficamente: la barba rala disputará la victoria al caballar pelaje. No hay más.
Todo eso al día de hoy; ¿puede el PSOE resistir el embate del equipo soviético de Podemos y adelantarse a última hora? La respuesta que ofrecen casi todos los demóscopos que hemos consultado es ésta: puede, pero parece imposible. Todos estos sociólogos entre los que se encuentra como alumna aventajada la señora Bescansa de Podemos, discípula del profesional Julián Santamaría que le hizo ganar el referéndum de la OTAN a Felipe González también en suspiro final (quizá no lo ganó sino que modestamente lo arregló), coinciden además en que, casi por primera vez una campaña va a ser decisiva, y sobre, todo la última semana de la campaña. Fíjense: más aún de lo que pueda ocurrir mañana en el debate del cuarteto de la bencina.
De este debate ya se saben multitud de detalles. Quédense con algunos: que la Academia de Televisión, por presión de su realizador de cámara, Fernando Navarrete, intentó hasta el postrer momento, que fuera otra vez Manuel Campo Vidal el moderador del acontecimiento, que Televisión Española ofreció gratuitamente todos los medios técnicos para que el debate no supusiera costo alguno para los ciudadanos, que Telecinco intentó que su representante fuera el interrogador con derecho inalienable a formular treinta y ocho preguntas, y que Atresmedia (al que el PP tiene más miedo que al asesino del Vallés) quería cerrar el turno de preguntas. Al final, todo se ha quedado en una mixtificación que, mucho nos tememos defraude más que una conferencia en Madrid de Junqueras.
TVE ofreció gratuitamente el debate, Telecinco intentó que su representante fuera el interrogador con derecho inalienable a formular 38 preguntas y Atresmedia (al que el PP tiene miedo) quería cerrar el turno de preguntas
Entonces, ¿si no será decisivo el debate, ¿qué es lo que lo será? Pues en este asunto hay casi coincidencia general: Venezuela. Es curioso, también por primera vez el partido electoral de España se juega fuera de nuestras fronteras. Y es que, o el PP el PSOE y en menor medida los fatuos de Ciudadanos, logran que el país completo metabolice que los Iglesias, Monedero, Errejón. Bescansa han sido los moldeadores de la isla soviética de Maduro, y que se han llevado de ella, miles de barriles de petróleo, o a esta banda de comunistas “enragés” que quieren resucitar a Stalin y colectivizar hasta los cepillos de dientes de los ejecutivos, se puedan convertir de aquí a unos días en los árbitros de la gobernación española.
El PSOE, que está que aún no se lo cree, no sabe qué hacer para quitarse de en medio a ese infortunado adonis que cada vez que habla mete la gamba, y Ciudadanos bastante tiene con aguantar los votos de diciembre y desde luego, con soportar la chulería infantil de Albert Rivera. O sea, hay que repetirlo: o barba o coleta. N hay más cera que la que arde. Hombre, aunque un poquito sí. Bastaría con que la derecha de este país, para mí la más derechorra del universo, caiga en la cuenta de que sus recelos hacia Rajoy (“Uy, uy, uy, nos ha engañado con el aborto”) dejará la playa para el lunes 27 y se acercará a las urnas más que nada para enterarse de que si triunfa la “coleta”, a ella, a la derechorra, la van a rapar.
Bastaría con que la derecha caiga en la cuenta de que sus recelos hacia Rajoy (Uy, nos ha engañado con el aborto) dejara la playa para el lunes 27 y votara más que nada porque si triunfa la “coleta”, a ella, a la derechorra, la van a rapar
Pero no hay que confiar demasiado en que el millón y medio de españoles que en diciembre se quedaron en casa, o se pronunciaron por Ciudadanos y sus colección de pasarela, tomen conciencia de lo que se les viene encima: impuestos más allá del sesenta por ciento, okupaciones para todos sus chalecitos de estío, cerrojo a a la Prensa, jueces dispuestos a encarcelar a todo el que gane por encima de treinta mil euros, ataques (sí, ataques) a las iglesias y no sólo a la Católica, y más cositas que se les vayan ocurriendo a esta banda de forajidos comunistas a los que cinco millones de españoles quieren votar porque “si nosotros .. estamos j…...s, que se j…n todos los demás”.
Esta es la propuesta, la consigna que asombrosamente están dispuestos a aplaudir con su voto más de cinco millones de españoles. Será que añoran lo que nunca conocieron: el paraíso soviético.