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"No somos libres a la hora de votar": así es cómo nos manipulan los políticos

Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, ESdiario entrevista al hombre que tiene las claves para poder evitar que nuestro cerebro sea "manejado" la hora de depositar el voto.

Pedro Bermejo ofrece dos consejos para evitar ser manipulado a la hora de votar.

Publicado por
José Luis Rodríguez

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Hay elementos inconscientes en nuestro cerebro que orientan nuestro voto hacia un político u otro. No elegimos una ideología u otra de manera tan libre como creemos. Ahora que estamos a punto de votar de nuevo e inmersos en plena campaña electoral, el neurólogo Pedro Bermejo, de la Fundación Instituto San José, asegura en una entrevista concedida a ESdiario que nuestra parte más racional es la que elige el programa político que mejor se adapta a nuestras necesidades. Sin embargo, nuestro cerebro valora también una serie de emociones como el miedo, la familiaridad o el atractivo físico.

Todos los políticos utilizan estos resortes emocionales e inconscientes para conseguir nuestro voto. De todos los colores políticos. Del PP y de Podemos, del PSOE y de Ciudadanos. Bermejo, autor del libro Quiero tu voto. Cómo nos manipulan los políticos, afirma que el miedo es una de las emociones que mejor utilizan los políticos: ¡que viene la derecha! o ¡que viene la izquierda! Nuestro cerebro activa entonces una área que provoca el rechazo. También, los políticos, estimulan aspectos más sutiles como evocar aspectos de nuestra infancia. O insisten en medidas siempre positivas como bajar los impuestos o subir las pensiones. Nuestra parte racional las considera idealistas o irrealizables, pero nuestro cerebro inconsciente las percibe como una parte positiva del político que nos las dice.

Eso sí, Bermejo da dos consejos a nuestros lectores si quieren escaparse al influjo de los políticos y ser más racionales y menos emocionales a la hora de votar. Para ser más libres al elegir un candidato. Uno: tener la mayor cantidad de información posible sobre el político al que se va a votar. Dos: tener tiempo para pensar tranquilamente la elección que vamos a hacer. Cuanto menos conocimiento y menos tiempo tenemos para elegir un candidato más posibilidades hay de errar. Elegiremos al político menos adecuado.