Un durísimo rejonazo en el juicio contra la Infanta acaba con "Los Intocables"
Una antigua amistad, que hasta ahora parecía irreductible, voló este miércoles por los aires en el juicio de caso Noos. Un durísimo alegato decisivo para exonerar a la Infanta Cristina.
Un daño colateral de uno de los juicios más mediáticos de la historia de España. El alegato del Ministerio Público durante la presentación de sus conclusiones en el juicio del caso Noós ha deparado un insólito y durísimo rejonazo que deja muy tocada la relación, muy antigua, entre el fiscal Pedro Horrach y el juez instructor del sumario José Castro. Ambos son conocidos en en los ámbitos políticos y judiciales de Baleares como "Los Intocables" por su decidido compromiso contra la corrupción.
Con un demoledor ataque frontal arrancó este miércoles el fiscal anticorrupción Pedro Horrach su informe final en el juicio del caso Nóos. Horrach arremetió duramente contra el juez Castro -que instruyó la causa durante más de cinco años- y el sindicato Manos Limpias, única acusación que reclama pena de cárcel para la Infanta Cristina, y ha acusado al magistrado de haber construido un "andamiaje sobre conjeturas y sospechas de gran calado y aplauso mediático" para sentar en el banquillo a la exduquesa de Palma.
Durante su intervención, que ha arrancado pasadas las 9.20 horas, Horrach ha criticado que la instrucción de la causa se convirtiera en "persecución" y durante la misma se primase "la apariencia de la justicia por encima de la justicia". Y todo ello en base a "malabarismos jurídicos retorcidos y engañosos" y la utilización del "fraude de ley" para mantener acusada a la hermana del Rey Felipe VI.
El representante del Ministerio Público ha llegado incluso a alertar del "riesgo de convertir el estado de derecho en un reino de taifas procesal" y ha recriminado que, en el actual sistema penal, no puede haber resoluciones que cobijen convicciones personales" como, a su juicio, ha efectuado Castro.