La última medida desesperada de Sánchez para frenar la fuga masiva de votos
Quién lo iba a decir. Los socialistas han detectado una fuga masiva de apoyos de su caladero más estable y se obligado a movilizar al, en otros tiempos, sindicato hermano.
A través de emails enviados desde los comités de empresa, de forma verbal y en reuniones informales en las plantas de las factorías, la UGT sale al rescate del PSOE en un desesperado intento de frenar la fuga masiva, detectada por los estrategas socialistas y por los propios sindicatos, de un voto que tradicionalmente era socialista y que parece volcarse hacia Unidos Podemos.
En Andalucía, Cataluña, País Vasco y Navarra todas las encuestas son muy favorables a las candidaturas de Pablo Iglesias y Alberto Garzón. Según fuentes consultadas, tanto UGT como Comisiones Obreras han detectado en las últimas semanas, sobre todo en las grandes plantas industriales y en las fábricas automovilísticas, un "trasvase de simpatías" desde el PSOE hacia Unidos Podemos, fundamentalmente entre los trabajadores más jóvenes.
Aunque la relación de hermanamiento entre el PSOE y la UGT se remonta a muchos años atrás, Pedro Sánchez no ha cultivado de forma especial su sintonía con la central, que además ha vivido hace tres meses el relevo en su dirección entre Cándido Méndez y José María Alvárez. Alvárez ha recibido ya a Pablo Iglesias y este mismo lunes hizo lo propio con el coordinador general de IU, Alberto Garzón.
El comité de campaña de Pedro Sánchez se ha fijado como meta movilizar cerca de un millón de votos de aquí al domingo, votos que el PSOE considera decisivos para evitar el sorpasso de Iglesias.