La feroz crítica de "Loquillo" al nacionalismo catalán por pasar página con ETA
“La paz de los cementerios”, con este contundente título publicaba el cantante una opinión en la que recordaba la “olvidada” matanza, para vergüenza de algunos, de la masacre de Hipercor.
José María Sanz, más conocido por su mote artístico Loquillo, ha publicado esta semana un artículo de opinión, en El Periódico de Cataluña, en el que podemos leer un desgarrador recuerdo del atentado de la banda criminal ETA en el Hipercor de Barcelona. El cantante además crítica a los nacionalistas catalanes, después de haber paseado a Arnaldo Otegi por las instituciones y a su empeño en hacernos “pasar página” de terribles atentados como el que le ocupa al cantante en su reflexión.
Loquillo remueve conciencias con su texto situando a los lectores en el día del atentado “era 19 de junio de 1987, Mis problemas con las mujeres apuntaba maneras, el éxito nos esperaba a la vuelta de la esquina. Cuando llegamos al hotel, la cocina estaba cerrada. No eran tiempos de room service. Entramos en un bar cercano y al traspasar el umbral la televisión nos escupía sin pudor la cara del horror. En la frontera entre el final de la inocencia y el gran business, el atentado de Hipercor nos quitó a muchos la venda de los ojos”.
Hay que pasar pagina, dicen. No hay que remover el pasado. Y así, el ciudadano recibe los golpes de la intransigencia siendo prescindible, está obligado a pasar página. El mayor invento del diablo ha sido hacer creer que no existe
Tras la inicial composición de lugar, el artista catalán incidía en su recuerdo personal sobre el terrible atentado "recuerdo el instante como si fuera ayer, quién no. La rabia, la impotencia, el flashback de un apartamento a cien metros del establecimiento que vio pasar el final de mi adolescencia. ¿Cuántas veces me había cruzado con cualquiera de las víctimas que ahora eran evacuadas en ambulancias rodeadas de humo? Gente del barrio, héroes de clase obrera, inútilmente asesinada por unos indeseables puestos hasta arriba de furor patriótico".
"Han pasado 29 años de aquel horror. Los 21 muertos que dejó la tragedia siguen muertos, los 45 heridos, estigmatizados, porque hay heridas que no cicatrizan jamás. Y las víctimas. ¿A quién le importan? Hay que pasar pagina, dicen. No hay que remover el pasado. Y así, el ciudadano recibe los golpes de la intransigencia, del odio ancestral o del reparto de poder y siendo totalmente prescindible, está obligado a pasar página. ¿Conocen aquello de que el mayor invento del diablo ha sido hacer creer que no existe?", lamenta Loquillo en su contundente artículo.
Y concluye: "Veintinueve años después del atentado de ETA, las familias y amigos de los afectados por la masacre de Hipercor siguen levantándose por la mañana, sacando sus vidas adelante y llorando a sus muertos que solo han conocido una paz, la de los cementerios".