Una antigua entrevista a Manolo García explica el feo gesto de Quimi Portet
Muchos se llevan las manos a la cabeza con el feo gesto del músico y compositor que puede costarle el trabajo al camarero que no le entendió en catalán. Pero una vieja noticia lo explica.
Un camarero de la naviera Balèaria que cubría en Ferri el traslado entre Ibiza y Formentera puede perder su trabajo porque no entendió al músico Quimi Portet cuando le pidió un café con leche en catalán. El que fuera la mitad de El último de fila no dudó en compartir su foto en Twitter y mofarse de la anécdota lo que ha provocado un verdadero terremoto mediático y la promesa de la compañía de "tomar medidas" contra el trabajador cuya cara y cuya identidad viaja por los mares de Internet "gracias" al polémico gesto del compositor.
Aunque los más nacionalistas le defienden, han sido muchos los que se han quedado atónitos con el gesto de Portet que puede poner en peligro el puesto de trabajo del camarero y no pocos los que han alzado la voz en contra de este tipo de linchamientos y escarnios en la plaza pública.
Será por eso que una vieja entrevista de Jot Down a Manolo García (la otra parte de El último de la fila) en mayo de 2014 se volvió a poner este lunes de plena actualidad al tiempo que se convertía en uno de los documentos más compartidos en las redes sociales. Una entrevista que vendría a explicar el discutible gesto de Portet y su falta de humanidad para con el trabajador de Balèaria.
En ella Manolo García explica por qué se separó el exitoso grupo: "Quimi Portet empezaba a estar incómodo con el tema lingüístico", explicó para argumentar que "el tema de la lengua para él es importante, él es catalán. Yo soy de los 'otros catalanes': soy catalán, evidentemente, y con todo el orgullo, pero mi lengua materna es el castellano. A él le apetecía que hiciéramos alguna canción en catalán, y yo encantado, hicimos alguna canción con Maria del Mar Bonet, en algún vídeo está ya algún guiño mío como lo de 'que sóc de Barcelona i em moro de calor, de cara a Quimi, para hacerle reír un poco y complacerle a él. A mí me era indiferente. Yo defiendo absolutamente que los catalanes hablen catalán, evidentemente, y yo puedo hablar catalán, pero no tengo esa sensación de patria".