Rajoy y Sánchez decretan el "apagón" para negociar el primer "objeto codiciado"
Entre bambalinas, con mucho secretísimo y grandes dosis de diplomacia los dos grandes partidos inician su primera batalla por un cargo muy apetecible que dará pistas del futuro.
Apagón total y negociaciaciones entre bambalinas a cuatro bandas. Aún en una fase muy preliminar las conversaciones para la investidura, PP y PSOE disputan su primera gran batalla con un horizonte mucho más inmediata, el reparto de los nueve sillones de la Mesa del Congreso que se va a constituir este próximo martes.
Socialistas y populares van a dar la batalla por la presidencia del Congreso y, sobre todo, por el control de la Mesa, el órgano decisivo para controlar la acción del gobierno. Sánchez ya adelantó este miércoles su disposición a presentar su candidato, previsiblemente Patxi López, y el portavoz de Podemos, Iñigo Errejón, negocia con los socialistas una mayoría de izquierdas para el órgano, que integran el presidente, cuatro vicepresidentes y cuatro secretarios. Según los resultados del 26J, el PP tiene asignados cuatro puestos, el PSOE 2, y Podemos, otros dos.
La vicepresidenta defiende la pluralidad
Preguntada este jueves por ESdiario, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, ha defendido que la composición de la Mesa ha de negociarse buscando "puntos de encuentro" con una actitud integradora.
La 'número dos' del Gobierno ha subrayado que en la nueva legislatura el Gobierno y el Parlamento van a estar obligados a "trabajar juntos" desde el "diálogo" y la "lealtad" por "los intereses generales". "La Mesa es un elemento esencial, es el primer mecanismo de diálogo entre el Gobierno y el Parlamento y deberíamos trabajar todos desde la óptica de que va a ser una legislatura que nos va a obligar a trabajar desde la colaboración", ha advertido.
Por su parte, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha afirmado que él es partidario de mantener el acuerdo que se hizo el pasado enero para el reparto de puestos en la Mesa del Congreso, en la que el PP, como partido más votado, tenía mayoría en el órgano pero el presidente era socialista.
En declaraciones a varias radios y televisiones, Rivera ha puntualizado que las negociaciones para formar la mesa sólo están comenzando, pero ha insistido en que él es partidario de no "deshacer" un acuerdo que, a su juicio, "no fue malo para el país".
Si hay voluntad de reeditarlo, ha dicho, Ciudadanos lo suscribe "ahora mismo", pero si alguien quiere romperlo habrá que volver a negociar. "Nos lo tienen que decir el PP y el PSOE", ha remarcado.
Rivera ha afirmado que él sigue siendo partidario de que el presidente del Congreso sea de un partido distinto al del Gobierno, pero "si hay un acuerdo" para ello, y eso requiere que PSOE y PP "dejen la guerra fría" y empiecen a acostumbrarse a negociar, a "ceder en algo, a permitir que otro gobierne".