El PP aguarda la primera "revolución" de Rajoy para seducir a Rivera y Sánchez
El tiempo de las palabras toca a su fin y comienza el tiempo de los gestos. La constitución de las Cortes nacidas del 26J obliga al presidente a colocar sus primeros peones sobre el tablero.
"Los designios de Rajoy son inexcrutables". Con esta frase ironizaba esta semana un destacado dirigente del PP al ser preguntado por las quinielas que se manejan en el partido para los dos primeros grandes puestos de responsabilidad en la legislatura surgida del 26J: el candidato a la presidencia del Congreso y el flamante portavoz parlamentario, uno de los pilares claves de la estructura política del partido para los próximos cuatro años.
Este mismo dirigente apelaba a la experiencia del presidente en funciones -"lleva toda su vida en política", recordaba- para reconocer que el inquilino de La Moncloa ha trasladado a su equipo más próximo que si finalmente se logra dar inicio a la legislatura está será, sin duda alguna, la más complicada y convulsa de las últimas décadas.
Los nombramientos que Rajoy anunciará este lunes serán reveladores de la intención con la que pretende afrontar su más difícil legislatura
Puesto en marcha ya el reloj institucional, Rajoy va a reunir este lunes a la Junta Directiva Nacional del PP, su máximo órgano entre congresos, para comunicar la elección de dos nombres que debutarán el martes en la solemne constitución de las nuevas Cortes, con la elección de la Mesa y la conformación de los distintos grupos parlamentarios.
Aunque todo el mundo apela al "proverbial" hermetismo de su líder, lo cierto es que en los últimos días los diputados populares no han parado de recurrir a las tradicionales quinielas. Para el sillón de la tercera autoridad del Estado todo el "mundo PP" asegura que en esta ocasión Rajoy no está dispuesto a "regalar", como tras el 20D, la presidencia al PSOE.
Podemos, y en particular Iñigo Errejón, apadrina desde los últimos días una alianza de izquierdas y un pacto con Ciudadanos para arrebatar la presidencia al PP. Nadie en este partido, -que reclama el cargo en su condición de partido más votado-, se atreve a poner nombres sobre la mesa por que todo el mundo recuerda el "patinazo" de 2011. En aquella ocasión, un periódico de tirada nacional avanzaba la candidatura de Jorge Fernández Díaz para presidir la Cámara, unas pocas horas antes de que Rajoy anunciará su elegido: Jesús Posada.
En cualquier caso, en los corrillos de estos días cuando sus señorías han acudido para recoger sus actas de diputado, se han dejado caer algunos nombres como el de Celia Villalobos, vicepresidenta de la Cámara, el propio Posada, o el del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, avalado por un sector del PP por su talante conciliador y dialogante. Algunos "conspiradores" han puesto también en circulación la candidatura de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, en la que pocos creen.
Pero fuentes populares han explicado que no descartan otra baza: ofrecer a los de Rivera la Presidencia del Congreso siempre que ellos se comprometieran a dar un 'sí' a Rajoy en la investidura. Si finalmente Ciudadanos acabase aceptando, habrían virado del voto negativo al positivo a Rajoy en el plazo de una semana.
En ese caso, además, Ciudadanos y PP seguirían sumando mayoría en el órgano rector, como en la anterior legislatura, ya que coparían cinco de sus nueve puestos. Los otros cuatro se los repartirían entre el PSOE y Unidos Podemos a razón de dos cada uno, sin necesidad de acuerdos previos.
El portavoz, la elección más determinante de todas
Donde todos los diputados y dirigentes del PP sondeados por ESdiario coinciden es que, es opinión mayoritaria, Rafael Hernando no repetiría como portavoz popular. Su perfil, se reconoce, no es el adecuado para una legislatura en la que la capacidad de diálogo, de trenzar acuerdos y de empatizar con los portavoces de PSOE, Ciudadanos, PNV y Convergencia van a ser determinantes.
Rajoy aprecia singularmente, con la experiencia de los últimos meses, el talante, la capacidad de comunicación y sus buenas relaciones con PSOE y Cs, de dos de sus vicesecretarios: Fernando Martínez Maíllo y Pablo Casado. Ambos son de los pocos dirigentes con línea directa con Pedro Sánchez y Albert Rivera, con una gran capacidad de interlocución y con ese perfil "seductor" que reclaman los líderes socialista y "naranja" para engrasar la maquinaria parlamentaria.
Rajoy va aprovechar el fin de semana para cerrar su decisión. Se la comunicará a los afortunados muy poco antes de hacerla pública a las cinco de la tarde del lunes. Por que si algo molesta al presidente en funciones son las filtraciones y las quinielas.