La inesperada decisión de Rajoy que ha hecho que Sánchez "se quite de en medio"
Muchos socialistas se reconocen desconcertados por la actitud de su líder tras la sesión de constitución de las Cortes. Pero el dirigente socialista tiene una buena razón para su estrategia.
Algunos diputados del PSOE "deambulaban" esta semana por el Congreso tras la solemne sesión de constitución de las Cortes de la XII Legislatura con cierta sensación de desconcierto y algunos, de perplejidad. El silencio de su líder tras la sonada derrota de su candidato a presidir la Cámara, Patxi López, y los "extraños" apoyos con los que la aspirante de Rajoy, Ana Pastor, contó precisaba -a juicio de estos diputados rasos socialistas- una explicación.
Pero Pedro Sánchez "delegó" en su portavoz Antonio Hernando unas declaraciones para salir al paso ante los periodistas y abandonó a toda prisa el Palacio de la Carrera de San Jerónimo rumbo desconocido. Y el líder del PSOE, así lo ha confirmado Ferraz, no aparecerá en público hasta el próximo jueves cuando sea recibido por el Rey Felipe VI en su ronda de audiencias en La Zarzuela.
Lo cierto es que Sánchez y su equipo más próximo tuvo que hacer este martes, tras la votación que aupó a la ex ministra de Fomento a la presidencia del Congreso, un notable ejercicio de contención para ocultar el "alivio" y el "respiro" que al líder del PSOE le provocó el sorpresivo éxito de Rajoy: seducir a los diputados del PNV y Convergencia. "El presidente se ha limitado a hacer caso a los consejos de Sánchez: buscar apoyos entre sus aliados ideológicos", ironizaba este martes con notable retranca un destacado dirigente del PP.
El alivio de Sánchez era lógico. Se quitaba de sus manos el "balón" de la responsabilidad de la investidura de Rajoy y dejaba en manos de Ciudadanos y de los nacionalistas vascos y catalanes las decisiones decisivas para dar luz verde al deseado desbloqueo político e institucional.
Fuentes socialistas consultadas por ESdiario reconocen que Sánchez tiene claro que su destino es la oposición y su único objetivo para esta legislatura es consolidarse como la "única alternativa" -esto se enfatiza- al PP. "No os equivoquéis, a día de hoy el verdadero enemigo del PSOE no es el PP, es Pablo Iglesias", reconocía un dirigente del PSOE esta semana a un grupo de periodistas.
La "ofensiva" que Sánchez espera hasta el jueves
Sánchez ha decidido "quitarse de en medio" como Rajoy hizo tras las elecciones del 20D. Considera el líder del PSOE que es el tiempo del presidente en funciones y, sobre todo, de Albert Rivera. Si Ciudadanos cruza el puente de la abstención "técnica" al sí "cómplice", todos los socialistas consultados reconocen que el PSOE no será obstáculo para la investidura de Rajoy.
Sánchez se aparta además sabedor de que en los próximos días va a sufrir presiones enormes no sólo desde el PP, Ciudadanos y la clase empresarial y económica si no, fundamentalmente, de su propio partido. Este jueves han sido seis ex ministros del PSOE con Javier Solana a la cabeza. Este viernes el barón extremeño Guillermo Fernández Vara, Alfredo Pérez Rubalcaba y el ex presidente andaluz, Manuel Chaves. Y en los próximos días Sánchez espera nuevas presiones, vaticinan en su equipo, cuyo altavoz serán los medios del Grupo Prisa.
El líder del PSOE ha decidido guardar silencio y que, pese a sus intentos de desviar la atención, sea Albert Rivera el alfil del tablero de la partida de ajedrez que se va a jugar esa próxima semana. Será el jueves cuando, tras hablar con el Monarca, rompa su mutismo.