Un fantasma invade ahora al PP ante un posible órdago final de Sánchez y Rivera
Los dirigentes populares asisten con perplejidad a la cerrazón del PSOE más cuando el escenario de las terceras elecciones es perjudicial para los socialistas. ¿Guardan estos un as oculto?
Sánchez, este martes tras su reunión con Rajoy, conversando con periodistas
"Tenemos la sensación de que Rajoy está recorriendo el camino hacia ninguna parte". Estas palabras de un miembro del equipo que acompaña al presidente del Gobierno en funciones describen muy bien el estado de ánimo con el que el PP observa los intentos de su líder por desatascar el bloqueo político y alumbrar un nuevo gobierno que pueda volver a poner en marcha el "motor" de España.
Tras el enésimo "no" de Pedro Sánchez que Rajoy volvió a escuchar este martes, el miércoles el candidato popular tiene tres citas muy relevantes tras las cuales podría abrir el "periodo de reflexión" al que se comprometió hace unas semanas. A primera hora se verá con Albert Rivera, a mediodía dará explicaciones ante el Comité de Dirección de su partido, y, ya por la tarde, mantendrá con el Rey Felipe VI un despacho en La Zarzuela, el habitual que el Monarca celebra en agosto en el Palacio de Marivent, en Palma de Mallorca.
Génova y un escenario in extremis: investidura de un candidato del PP a cambio de la "cabeza" de Rajoy
Aunque Rajoy ha anunciado que seguirá manteniendo contactos con formaciones políticas, presumiblemente Coalición Canaria, PNV y Podemos, en Génova lo tienen claro y así lo ha manifestado públicamente el propio Rajoy ante los periodistas: "sin un compromiso del PSOE, no hay investidura". Es decir, España está abocada a unas terceras elecciones.
Una posibilidad que regresa para inquietud del PP
Sin embargo, mientras el bloqueo persiste y la firmeza en las posiciones de PSOE y Ciudadanos parece incuestionable, -apuntalada por la reaparición del "caso Bárcenas"- un "runrún" ha vuelto -como había irrumpido hace meses y los populares se habían encargado de disipar- para alarma general de los dirigentes populares y de los "monclovitas" más cercanos a Rajoy. Siempre bajo la premisa de que "si persiste el bloqueo, habrá terceras elecciones".
En este sentido, algunos dirigentes "cualificados" no ocultan su preocupación ante una posible "tercera vía". Estos dirigentes coinciden en que unos nuevos comicios serían "un suicidio", es textual, para Sánchez y Rivera. Para el primero, por que ni siquiera esta claro que fuera el candidato -dos derrotas y merma de escaños pesan mucho- y la vieja guardia podría por fin movilizar a sus "peones".
Para el segundo, por que todos los analistas coinciden en que Ciudadanos será la "víctima mortal" del voto útil, del desconcierto de sus propias bases y de un sistema electoral que ya castiga de por sí a las fuerzas más pequeñas. Entonces, asegura un dirigente popular a ESdiario, ¿a que viene ese empeño de Sánchez y Rivera en mantener el bloqueo?
La tesis que sostienen estos dirigentes populares es que PSOE y Ciudadanos van a intentar jugar in extremis una baza que les beneficia a ambos y que llevan buscando varios meses: la cabeza política de Mariano Rajoy. Génova no descarta que Sánchez y Rivera acepten "en el último minuto" desbloquear la investidura a cambio de que el PP acuda a ella con otro candidato.
El propio líder socialista dejó este martes en su comparecencia ante los periodistas, una breve frase casi imperceptible. Sánchez insistió en que ahora es el tiempo político del PP y emplazó a este partido a acudir a la investidura. Pero, matizó, "debe presentar un candidato, que me imagino que será el presidente del Gobierno". Frase que no se le escapó a uno de los asesores de Rajoy.
El presidente se encontraría así en un endiablado dilema. Su salida a cambio del desbloqueo. Sánchez se iría a la oposición con una baza para su hóstil Comité Federal y para el inminente congreso del PSOE. Y Rivera, por fin, se presentaría ante los españoles como adalid de la regeneración. Su gran objetivo.