La respuesta de Kichi ante la agónica situación de las mujeres maltratadas
Quiso ser el primer "alcalde del cambio" en hacer lo que ningún otro gobernante había logrado y prometió una falsa ayuda institucional que las ha dejado a ellas y a sus hijos desamparados.
Al primer edil de Cádiz le han pillado esta vez en un renuncio que va más allá de lo anecdótico. Icono de Podemos en Andalucía y adalid de una inmensa preocupación social que le catapultó directamente al sillón del Ayuntamiento, José María González "Kichi", tiene que hacer frente ahora, preso de sus promesas, al pago de las ayudas al alquiler y las bonificaciones de luz y agua que les prometió a las mujeres víctimas de la violencia de género de su ciudad para poder seguir adelante.
En un alarde de "buenismo" el edil quiso situar su ciudad a la vanguardia en protección a las víctimas de la violencia de género pero se olvidó de trazar un plan viable económicamente para que esas promesas se convirtieran en una realidad.
Lo cierto es que las mujeres maltratadas dependientes del Ayuntamiento de Cádiz están viviendo actualmente una pesadilla, tal y como ha hecho público en reiteradas ocasiones el periódico La Voz de Cádiz. El consistorio debe a este colectivo vulnerable hasta tres meses de alquiler y temen que los propietarios de los inmuebles alquilados "no aguanten más esta situación" y las dejen en la calle con sus retoños.
Las mentiras y los desplantes de Kichi las han llevado a esta pesadilla
Sin embargo, lo más indignante para ellas son las "mentiras" y los "desplantes" de Kichi y de todo su gabinete de Gobierno. "Se están riendo de nosotras", comentaron las afectadas tras explicar que Kichi ha ido aumentando y reduciendo las cantidades de las ayudas a su antojo. La promesa inicial fue conceder ayudas de hasta el 100% a los casos más extremos, después las redujo al 75% y fueron los representantes del PP, el PSOE y Ciudadanos quienes lucharon por volver a aumentarlas ante la negativa de Podemos y Ganar Cádiz en común.
Toda una incongruencia para estas mujeres, muchas de ellas amenazadas, que han tenido que exponerse al peligro de dar la cara para conseguir que se escuchara su verdadera reivindicación en los plenos del Ayuntamiento: tener acceso prioritario a los programas de formación y empleo para poder encontrar un puesto en el mercado laboral.
Ante la inactividad de la institución, las mujeres se trasladaron en varias ocasiones a los plenos del Ayuntamiento para hacer oír su voz. Sin embargo, la única respuesta oficial del equipo del Ayuntamiento se produjo a través de la concejal de Mujer, Ana Camelo, que les transmitió "que tuvieran paciencia", según relató una de las afectadas. "El área de Servicios Sociales no da soluciones, el área de la Mujer tampoco, se pierden los expedientes, se retrasan los pagos conllevando el desalojo y se disminuyen las ayudas", se quejaron tras salir del último pleno sin alcanzar ningún éxito.