"El País" asesta una puñalada letal al ego democrático de Pablo Iglesias
Amenazan las terceras elecciones en el horizonte navideño y el diario de Prisa no quiere dejar cabos sueltos antes de volver a las urnas, así que ha decidido dar la puntilla al líder morado.
Si la semana pasada le tocó el turno a Pedro Sánchez, este domingo el diario El País carga duramente contra Pablo Iglesias y Podemos en un demoledor editorial que pone en duda la tan cacareada transparencia democrática del partido morado.
Con las terceras elecciones amenazando a la vuelta de la esquina, concretamente de la Navidad, el diario del Grupo Prisa parece haber sacado la artillería pesada en contra de Podemos y ningunea su capacidad de gobierno asegurando que "el problema que tienen las fuerzas políticas que crecen en aluvión es que, antes o después, empiezan a agrietarse cuando algunos de sus protagonistas quieren volar solos o sacar provecho de los réditos de un buen resultado electoral. Eso le está pasando ahora a Podemos y sus aliados territoriales. El ejemplo de la coalición En Marea, en Galicia, puede ser el principio de una crisis de mayor calado que puede sufrir el partido de Pablo Iglesias a medida que pasen los meses".
A juicio del diario de Prisa, "llegaron las elecciones municipales de 2015 y los líderes de Podemos supieron aliarse con candidaturas de éxito en algunas de las principales capitales españolas. [...] Sin embargo, esas coaliciones se están agrietando ahora por varios motivos. En primer lugar, la promesa incumplida de Iglesias a sus socios de que tendrían grupo parlamentario propio en el Congreso fue el inicio de un desencanto que se ha acrecentado ahora con motivo de los comicios de Galicia y el País Vasco".
Ya puesto, hace leña ahí donde más le duele a Iglesias, la falta de apoyo de sus dos grandes estrellas: "Además, sus principales figuras políticas municipales (Manuela Carmena en Madrid y Ada Colau en Barcelona) se han desmarcado de forma ostentosa del aparato oficial de Podemos cuando éste ha querido sacar partido de un éxito que no le corresponde".
El caso es que "Podemos tiene ante sí un serio problema de crecimiento y de identidad. Han perdido la inercia positiva que lograron al asumir los ideales del 15M y su estructura interna es cada vez más autoritaria frente a sus aliados territoriales, que no van a aceptar la larga mano de Iglesias en sus decisiones a todos los niveles".
La guinda se la lleva el propio Iglesias: "Si Podemos quiere consolidarse como una fuerza política de implantación nacional tiene que olvidar su estilo caudillista (algo difícil a la vista de las últimas purgas llevadas a cabo) y aclarar su posición ideológica, tanto a nivel político, como económico o territorial".
No se puede pretender ser comunista y socialdemócrata a la vez, ni defender el derecho a decidir en varias regiones postulándose como un partido nacional.