Un insólito gesto convierte a dos diputados en la comidilla del Congreso
Dice el viejo dicho español que "una imagen vale más que mil palabras". Las aguas en el PSOE bajan revueltas y algunas actitudes de sus parlamentarios están dando mucho que hablar.
Todos los gestos del grupo parlamentario socialista se siguen con lupa en este peculiar debate de investidura a la espera de una señal que pueda indicar cuál puede ser la estrategia de Pedro Sánchez después de que, si se confirman los pronósticos, este viernes el intento de reelección de Mariano Rajoy resulta fallido. Que en el seno del PSOE hay un profundo debate es sabido pero también que, hasta ahora, los 90 diputados socialistas han cerrados filas con su líder y con su inamovible "no y no" a Rajoy.
Sin embargo, la tibia actitud de dos de los parlamentarios de Sánchez tras la intervención matinal de su jefe de filas se ha convertido este miércoles en la comidilla de los "corrillos" en el patio del Congreso de los Diputados cuando terminó la parte central del debate con las réplicas a Rajoy de Sánchez, Iglesias y Rivera.
Los nombres de José María Barreda y Eduardo Madina corrían de boca en boca, en especial en las charlas de los diputados del PP, por su frialdad durante las tres intervenciones de Sánchez, dos desde la tribuna y la última desde su propio escaño. Mientras la bancada socialista brindaba un caluroso aplauso a su secretario general, Barreda y Madina mostraron mucho menos entusiasmo en la ovación que le dedicaron.
El nombre de Barreda ya circuló este martes por los corrillos cuando apenas horas antes de comenzar el debate de investidura reclamó a su partido un debate y un replanteamiento de su negativa a contribuir al desbloqueo actual. El de Madina también está muy presente en los últimos meses como una de las posibles alternativas al actual líder. El joven diputado vasco ha sido considerado incluso el "hombre en Madrid" de la presidenta andaluza, Susana Díaz.