Las tres conclusiones del CIS que han devuelto la sonrisa a Rajoy y al PP
Como habían previsto los estrategas del presidente en funciones, el tiempo iba a dar la razón a su líder. Los populares confían ciegamente en el 25-S para salir, por fin, del eterno bloqueo.
Cuando al filo de las 9.05 de la noche del pasado 2 de septiembre la presidenta del Congreso, Ana Pastor, dio lectura -lapsus incluido- al resultado de la segunda votación de la investidura de Mariano Rajoy, un escalofrío recorrió la columna vertebral del PP. Un nuevo intento fallido, prematuro para muchos populares y para el propio candidato forzado sólo por las prisas de Albert Rivera, que abría un preocupante escenario político. Un escenario que se agravó cinco minutos después cuando los ecos de los primeros teletipos llegaban a los "corrillos" del patio del palacio de la Carrera de San Jerónimo.
Y es que en esos cinco minutos que transcurrieron del "no" a Rajoy de Sánchez, Iglesias y el resto de "frankesteins" de la Cámara, el Ministerio de Economía sorprendía a propios y extraños -no al presidente en funciones- proponiendo la candidatura del ex ministro de Industria, José Manuel Soria, como director ejecutivo del Banco Mundial. Y casi 260.000 dólares al año, mediante.
Alfonso Alonso garantiza a Rajoy una fluida interlocución con el PNV, necesitado de un socio fiable
El PP, sobre todo el "nuevo", entró en shock. Rajoy abandonó el Congreso con un rostro visiblemente adusto y, previsor, encargó a María Dolores de Cospedal la convocatoria urgente, un día después, del Comité Ejecutivo del PP, ese mismo órgano que poco antes había tardado una semana en reunirse para analizar la propuesta de Ciudadanos para el acuerdo de investidura de Rajoy. El líder popular quiso cerrar filas de inmediato con un compromiso personal a las puertas de dos citas electores claves, las vascas y las gallegas. "Perseverar, perseverar, perseverar", fue el mensaje de Rajoy.
Lo que el PP sabía y lo que el PSOE intuía
Siete días después de aquel "viernes negro", sin embargo, el PP ha recuperado la sonrisa gracias al sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas y otros sondeos internos. Y todo con un gráfico análisis que subrayaba a ESdiario este jueves uno de los hombres fuertes de PP en el Congreso. "Sánchez agoniza, Urkullu necesita un amigo y Rivera... tiene un problema", sentenciaba ojeando todavía los resultados del sondeo preelectoral vasco y gallego del CIS.
Y es que el escenario que dibuja esa encuesta, pero también sondeos solventes del País Vasco y Galicia, refuerza en primer lugar dos decisiones personales de Rajoy. La primera, mantener a Feijóo en la Xunta, cuando algunos dirigentes le reclamaron a su líder que le eligiera para ocupar la vacante que dejó Ana Mato tras su dimisión en el Ministerio de Sanidad para que Feijóo diera por fin el salto a Madrid.
La segunda, la elección de Alfonso Alonso como candidato a lendakari frente a los nombres de Javier Maroto y Borja Semper que también figuraban en las quinielas. Con Alonso, que lograría el 25-S un digno resultado para el PP en una comunidad muy complicada para los populares, el presidente se asegura una fluida interlocución con el PNV, sumada a la que mantienen los portavoces de ambos partidos, Rafael Hernando y Aitor Esteban, y Pablo Casado con algunos dirigentes nacionalistas muy próximos a Urkullu.
El PP recuerda que los dos candidatos socialistas son "apuestas personales" de Sánchez
El PNV va a necesitar al PP o al PSOE para conservar el Gobierno Vasco y, alejadas las embocadas electorales, los peneuvistas se encontrarán mucho más cómodos con los populares que con una alianza de socialistas y Podemos. Y los cinco diputados vascos en el Congreso no tendrían dificultad excesiva para sumarse a los 170 que suman ya PP, Ciudadanos y Coalición Canaria.
Los populares observan con regocijo, además, el lío en el que Pedro Sánchez se halla implicado en la cita electoral del 25-S. "La derrota será suya, de forma personal e intransferible", aseguran fuentes populares que recuerdan que los dos candidatos socialistas, Idoia Mendía y Joaquín Fernández Leizaga, son "apuestas personalísimas" del líder del PSOE. Y su "no" al desbloqueo será insostenible, piensan en Génova.
¿Y Rivera?. En el PP se cree a pies juntillas que el 25-S va a certificar que Ciudadanos no es una alternativa "nacional" al centro derecha. Su nula representación en Galicia y el País Vasco, sus bandazos, y sus recientes "venganzas" contra barones populares han dejado a la formación naranja en una delicada situación. La peor en el caso de la amenaza de las terceras elecciones.