Sánchez "sacrifica" a su colaborador más valioso para frenar la debacle el 25-S
El sondeo del CIS de este jueves ha desatado todas las alarmas en Ferraz. El equipo del líder socialista manejaba malas perspectivas en el País Vasco pero no tan pésimas como las publicadas
Pedro Sánchez, entre Patxi López e Idoia Mendía.
"Al final va a ser que la 'vieja guardia' es la que va a tener que salvar este 'embolao'". Estas frase relatada a ESdiario por un veterano ex dirigente del Partido Socialista de Euskadi deja a las claras el desánimo que se ha instalado en el socialismo vasco desde hace un par de años, un pesimismo agravado por la espeluznante previsión que este jueves el Centro de Investigaciones Sociológicas depositó en la mesa de los estrategas electorales de Ferraz.
Un PSE que hace apenas siete años entraba en el Palacio de Ajuria Enea con Patxi López convertido en el primer lendakari no nacionalista, gracias al apoyo del PP, coquetea a catorce días de la cita con las urnas con la última posición del "ranking" político vasco por detrás de PNV, Podemos, Bildu y el propio PP. El desplome no puede ser más gráfico: en 2009, López obtuvo 25 escaños, sólo cinco por debajo del PNV. Ese resultado y la decidida colaboración del entonces líder popular, Antonio Basagoiti, auparon a López a la presidencia del Gobierno Vasco.
La candidata socialista, Idoia Mendía, es la dirigente territorial más fiel y próxima a Pedro Sánchez
Tres años después, en las elecciones de 2012, los socialistas sufrieron un severo desgaste logrando 16 parlamentarios. Pues bien, tras cuatro años en la oposición, el PSE de Idoia Mendía -una de las "baronesas" más fieles y próximas a Pedro Sánchez- va a obtener, según el CIS y antes el Euskobarómetro, apenas 8 escaños.
La margen izquierda de la ría bilbaína y una buena parte de Guipúzcoa han sido tradicionalmente un granero de votos del PSOE y un caladero que ha contribuido a algunas de las mayorías absolutas logradas en su día por Felipe González. Pero la salida de Patxi López -hijo de uno de los fundadores del PSOE- hacia la política nacional y la falta de estrategia de Sánchez para renovar y reforzar un partido amenazado por la irrupción de Podemos y el "blanqueamiento" de Bildu, ha puesto al PSOE a los pies de los caballos.
La encrucijada de Sánchez en la campaña gallega y vasca
El equipo electoral de Sánchez que capitanea el discutido Cesar Luena ha previsto una campaña tibia del secretario general en los comicios vascos y gallegos temerosos de que el batacazo que se prevé en ambas comunidades sea la chispa que los barones esperan para desalojar a Sánchez de la secretaría general. Por ello, el líder socialista ha decidido recurrir a uno de sus "ases" más valiosos, al que aupó a la presidencia del Congreso en la pasada legislatura fallida. Patxi López se va a volcar en la campaña para tratar de resucitar las aspiraciones de la candidata Mendía.
Paradójicamente -recuerda a ESdiario el ex dirigente del PSE arriba citado- van a ser los más críticos con Sánchez los llamados a salvarle. En un bastión con una potente segunda generación de la inmigración andaluza, gallega y extremeña, aún se recuerda con añoranza los macromítines que hace años aún protagonizaban históricos como Felipe González, Alfonso Guerra o Juan Carlos Rodríguez Ibarra, representantes de la "vieja guardia" que más ha criticado a Sánchez desde las primeras elecciones de diciembre. Los socialistas vascos esperan alguna visita de Susana Díaz al rescate de un partido con el que Sánchez va a apuntarse un nuevo "debe". Tal vez, el último.