El PP, estupefacto: el exfiscal general más politizado instruirá el caso Barberá
Otra vez a los populares les estalla un asunto judicial en plena campaña. Esta vez con el agravante de la participación de Cándido Conde-Pumpido, brazo ejecutor de Zapatero siete años.
La decisión de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo de abrir una causa justo ahora contra Rita Barberá ha sacudido al Partido Popular en plena campaña y con las encuestas situando a Alberto Núñez Feijóo a un paso de la mayoría absoluta. Hasta el punto de que Albert Rivera ya ha condicionado un nuevo pacto con el PP a la dimisión de la exalcaldesa de Valencia aunque aún no está imputada.
El escrito del Supremo pilló a Barberá, que está acusada de un presunto delito de blanqueo de capitales, en un AVE camino del Senado para asistir a la constitución de las comisiones parlamentarias. Ésta optó por darse media vuelta y comunicar a su partido que quería estudiar el auto con calma.
En el PP han recibido la noticia con una mezcla de incredulidad -otra vez en campaña- y de indignación al enterarse de quiénes son los dos actores principales de esta historia, a los que atribuyen una clara animadversión hacia el partido de Mariano Rajoy.
El primero es el ponente del auto contra la exalcaldesa y presidente de la Sala de lo Penal del Supremo, Manuel Marchena, bien relacionado en el PSOE. El segundo es Cándido Conde-Pumpido, designado instructor de la causa y el juez que se encargará de llamar a declarar a Barberá y decidir si definitivamente la imputa.
Conde-Pumpido fue el fiscal general del Estado con José Luis Rodríguez Zapatero entre 2004 y 2011. En ese tiempo se implicó de lleno en diversas actuaciones contra el PP en el marco de los casos Gürtel y Palma Arena, por ejemplo.