Ferraz ultima con su único "aliado" la venganza de Sánchez contra Díaz
Todas las cartas están sobre la mesa en la "guerra civil" que amenaza al PSOE. Los fieles a su líder preparan el contraataque a la rebelión apuntada por la baronesa andaluza.
A Pedro Sánchez no le ha gustada nada la ofensiva -coordinada se denuncia en Ferraz- en defensa del presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, tras sus críticas a la incomunicación a la que, supuestamente, el líder del PSOE esta sumiendo en las últimas semanas a sus barones territoriales. La salida a la palestra de destacados socialistas habitualmente silentes como Eduardo Madina, Elena Valenciano, Alfredo Pérez Rubalcaba o Carmen Chacón reivindicando la libertad de expresión de Vara ha indignado al entorno del secretario general. Una ofensiva que, cabe recordar, inició la presidenta andaluza, Susana Díaz.
Ferraz esta convocando a los militantes a las sedes del PSOE un día después de las elecciones vascas y gallegas
Paradójicamente, a Sánchez le ha salido un inesperado aliado, el ex presidente extremeño y mentor político de Vara, Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Ibarra se descuelga este viernes con unas sorprendentes declaraciones. "Yo no hablaba con Felipe Gonzalez casi nunca y no me quejaba", ha dicho Ibarra en Espejo Público de Antena 3.
Digeridas ya las encuestas nada halagüeñas que sobrevuelan la campaña vasca y gallega, el entorno de Sánchez está indignado por la actitud de los barones socialistas a los que acusan directamente de "torpedear" las aspiraciones de los candidatos Idoia Mendia y Joaquín Fernandez Leiceaga. Y menos ha gustado en el equipo de campaña -que lidera desde Ferraz Cesar Luena- dos manifestaciones de la presidenta andaluza. La primera, que volviera a advertir a Sánchez que "con 85 diputados no se puede gobernar España". Y, la segunda, que dijera que "por supuesto" tras el 25-S habrá en el PSOE "mucho debate".
El contraataque de Sánchez y su único "aliado"
La respuesta a los barones la inició Sánchez este mismo jueves avalado además por la petición de la Fiscalía contra los ex presidentes andaluces José Antonio Griñan y Manuel Chaves. Un estallido del caso de los ERE que deja a la baronesa andaluza en muy delicada situación y que suponen un freno a sus aspiraciones nacionales.
Sánchez envió este jueves a su más valioso alfil, el ex presidente del Congreso, Patxi López, con un agrio y contundente llamamiento a la unidad y al cierre de filas con la dirección federal. Paralelamente, Ferraz ha dado en las últimas horas orden -vía correo electrónico-a las direcciones provinciales para que, el mismo 26-S, llame a las sedes a militantes y simpatizantes. Lo que los barones temen cobra fuerza. La última bala de Sánchez va a ser impulsar una consulta a las bases sobre la posición del PSOE de cara a la investidura de Rajoy.
Esta estrategia pretende anular la ofensiva que los barones idean para el Comité Federal del 25 de octubre, si este no se adelanta. Fuentes de la campaña socialista aseguran a ESdiario que en sus actos en el País Vasco y Galicia los militantes están pidiendo a su líder que se mantenga firme en el "no". Esta es la única bala que le queda a Sánchez.